Conocido como Jardín de Nemo u Orto di Nemo en italiano, este proyecto reside a 30 pies debajo de las olas de la playa Noli en Italia y es dirigido por el agricultor-buzo Sergio Gabriel.
Para crear un ambiente amigable, Sergio Gabriel y su equipo han atado burbujas al fondo del océano y las han llenado con aire, imitando el funcionamiento de las campanas de buceo. Las plantas son selladas para protegerlas del agua del mar y son colocadas dentro de conchas. El espacio es rico en CO2, mantiene una temperatura que no varía (por lo tanto no se congela el espacio), y ahí los insectos no se acercan a las plantas. Por eso su desarrollo se mantiene constante. Actualmente se cultiva fresa, lechuga y albahaca.
Este modelo de cultivo podría realizarse fuera del mar, la única condición es que se encuentre debajo del agua pues este hecho brinda ventajas como un ambiente húmedo por la evaporación natural del agua. Esperamos que este ejemplo pueda ser amplificado y aplicado a distintos ambientes con tal de conseguir la preservación de las cosechas más allá de la sequía o las condiciones ambientales hostiles.
Fuente: Fast Coexist