Según un estudio realizado por la investigadora japonesa Mami Irimajiri, de la Universidad de Veterinaria y Ciencias Biológicas de Tokio, uno de cada cinco perros mayores de 8 años (edad que equivale a unos 50 años humanos) presenta síntomas de demencia, similares a los que se asocian con el Alzheimer que padecen los humanos.
La investigadora obtuvo este resultado a partir de un sondeo, que llevó a cabo entre 2015 y 2016, con el cual también determinó que sólo el 17% de los canes con síntomas que los hacen susceptibles de padecer demencia recibió atención veterinaria para comprobar el diagnóstico y obtener el tratamiento adecuado.
El sondeo se realizó en una muestra de casi mil perros que se encontraban en hospitales veterinarios y perreras de Japón. Como parte del estudio se preguntó a sus dueños acerca de los hábitos de sueño de sus mascotas, su comportamiento excretorio y las reacciones que presentaban hacia ellos.
Así, se determinó que, de los 547 perros mayores de 8 años que se incluyeron en el estudio, 116 (el 21%) podrían padecer un síndrome de demencia similar al Alzheimer, el cual, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), consiste en el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas.
Los principales síntomas de la demencia canina incluyen ladridos nocturnos (debido a una alteración de los ciclos normales de sueño y vigilia), signos de agresividad, el olvido de acciones cotidianas y conductas aprendidas (como la respuesta a comandos de obediencia: sentarse, acostarse, venir, permanecer quieto, etc.), o que empiecen a hacer sus necesidades en cualquier lugar, y no en los sitios que tienen destinados para ello.
La científica indica que, si el problema se detecta a tiempo, los síntomas pueden aliviarse al modificar la alimentación y el estilo de vida de los perros. Por otro lado, en los casos donde el padecimiento está más avanzado y los animales presentan signos de demencia severa, es necesario recurrir a tratamientos basados en tranquilizantes e inhibidores.
Por ello, Irimajiri recomienda que los propietarios acudan con el médico veterinario lo antes posible si detectan alguno de los síntomas mencionados, o si notan que sus canes muestran signos de envejecimiento repentino y en un corto tiempo.
Te puede interesar: 5 beneficios físicos y emocionales de tener mascotas