Un buen régimen de higiene es un paso fundamental para asegurar una buena calidad de vida para tu perro y mantenerlo saludable; sin embargo, el baño no es el único ritual que debes procurarle, pues muchos aspectos juegan un papel importante para garantizarle un buen estado de salud. 

Ganador, la marca de alimento para perro, te comparte algunos consejos de limpieza en casa para que ayudes a tu mejor amigo a mantenerse guapo y saludable:

Bañarlo con mucha frecuencia podría irritar su piel y dañar su pelaje. Lo ideal es hacerlo una vez al mes o cada 3 semanas como máximo, lo cual dependerá de su actividad física al exterior y de lo mucho o poco que se ensucie su pelaje. 

¡No lo bañes con tu shampoo! El PH de tu perro es más alto que el tuyo y los productos para humanos son demasiado ácidos para su piel. Utilizar un jabón especial para perros respetará su PH y preservará los aceites naturales que aportan brillo y fuerza a su pelaje, al mismo tiempo que lo protegerá de enfermedades dermatológicas.

Cepillar su pelaje también es parte de su ritual de limpieza; hazlo diario o cada tercer día para evitarle nudos. Si observas alteraciones en su aspecto, como resequedad o enrojecimiento en la piel, consulta al veterinario.

Después de cada paseo, es importante que laves sus almohadillas sólo con agua y jabón neutro, o también puedes utilizar toallitas húmedas de un solo uso e indicadas para mascotas. No utilices alcohol u otra sustancia abrasiva que pueda resecarlo. También limpia y desinfecta su correa. 

Presta atención a sus orejas, pues en ellas se resguarda humedad que puede tapar el canal auditivo. Realiza una limpieza semanalmente. Para ello, sólo humedece una bola de algodón con limpiador especial (pregúntale al veterinario por él) y masajea suavemente su oído de manera circular; el objetivo será remover la cera que se forma. Retira los excesos con un algodón seco y repite con material limpio para el otro oído. Si detectas enrojecimiento, secreción o mal olor, avísale al veterinario para que lo revise. 

Para que su sonrisa nunca desaparezca, debes acostumbrar a tu amigo a un lavado dental en casa. Utiliza un cepillo o dedal con cerdas finas y pasta especial; puedes encontrar el kit adecuado en la veterinaria o tiendas especializadas de mascotas. Lava sus dientes de una a tres veces por semana y al menos cada año visiten a su veterinario para una limpieza profunda. 

Además, para el cuidado dental, la alimentación juega un rol muy importante, pues los alimentos secos y crujientes pueden ser útiles para mantener sus dientes limpios.  A medida que tu amigo mastica, las partículas secas de la croqueta raspan contra su dentadura y actúan como un cepillo de dientes al eliminar la placa. 

Después de cada rutina de limpieza no olvides darle un premio, así la asociará a algo bueno y será más fácil que se habitúe a estas prácticas de higiene.