Las uñas quebradizas son un problema. Aunque las tengas cortas, en ocasiones se rompen por debajo de su unión con la piel, lo cual resulta molesto y doloroso. Si eres mujer y te gusta dejarlas largas para decorarlas, cuando se empiezan a romper algunas, te ves en la necesidad de recortarlas todas y volver a esperar a que crezcan para arreglarlas.
Esto ocurre porque las uñas están formadas por una proteína llamada queratina, la cual consta de una serie de capas. Cuando la uña no está totalmente sana, estas capas se pueden descamar, lo cual ocasiona que se debiliten y rompan fácilmente.
Esto puede deberse a una deficiencia de nutrientes, ocasionada por una mala alimentación. También afecta el uso constante de sustancias químicas (como las que contienen los productos de limpieza para el hogar) y la resequedad ocasionada por el frío, así como el desgaste y maltrato por usar tus uñas como herramienta para diversas actividades (como quitar grapas, o al realizar labores de jardinería).
La primera recomendación para evitar las uñas quebradizas es mantener una alimentación balanceada. Para una correcta formación y desarrollo de la queratina, el organismo requiere vitaminas, principalmente A, B, y C, minerales como el zinc, el hierro, el yodo o el calcio, y proteínas de origen vegetal y animal.
Las legumbres y los frutos secos (avellanas, almendras y nueces, principalmente) aportan proteínas vegetales, hierro, calcio y yodo, mientras que las papas y berenjenas son ricas en zinc, que interviene en la síntesis de colágeno y formación de las uñas.
La vitamina B se encuentra en la mayoría de los cereales integrales (especialmente la avena) y en verduras como espinacas, rabanitos, lechuga, endivia, coliflor o brócoli.
Los alimentos con vitamina A se reconocen fácilmente gracias a los betacarotenos, que les dan su color rojizo. Aquí se incluyen frutas y verduras como zanahorias, fresas y frutos rojos, tomates y pimientos. Y la vitamina C se encuentra en mayor cantidad en los cítricos.
Ajo
El ajo ayuda a fortalecer las uñas y fomenta su crecimiento. Puedes machacar uno o dos dientes de ajo y colocar la pasta sobre las uñas durante 10 minutos. Lo ideal es hacerlo diariamente.
Otra opción es machacar un diente de ajo grande y ponerlo a hervir en media taza de agua. Cuando enfríe, añade una cucharadita de jugo de limón. Vierte la mezcla en un envase de esmalte para uñas vacío y aplícalo todas las noches.
También puedes agregar un ajo machacado al esmalte de uñas. Sólo necesitas dejarlo macerar durante 1 semana, antes de empezar a aplicarlo diariamente.
Leche y limón
Mezcla media taza de leche con el jugo de un limón y sumerge tus manos o pies durante 15 minutos. Repite el proceso al menos tres veces por semana, para que tus uñas se fortalezcan y crezcan más rápido.
Vinagre de manzana
Mezcla un vaso de agua con medio vaso de vinagre de manzana. Sumerge tus manos o pies en la mezcla durante unos 10 o 15 minutos y repite el procedimiento dos veces a la semana. Esto ayuda a acelerar el crecimiento de las uñas.
Aceite de oliva
Sumerge tus uñas en aceite de oliva, de 10 a 15 minutos. Hacerlo todos los días durante 1 mes y luego dos veces por semana, ayuda a fortalecer las uñas débiles. Además, el aceite suavizará y nutrirá tu piel.