Tú y tu familia viven una dinámica completamente diferente durante las vacaciones. Los horarios no son estrictos y las actividades pueden variar según tengan ganas. Por eso, el regreso a clases puede ser un reajuste algo difícil para todos en casa, pues no es fácil volverse a acostumbrar a los horarios y a las responsabilidades.
Aquí hay algunos consejos para que esta readaptación sea lo más amena posible:
- Que tus hijos se hagan a la idea. Empieza a hablarles de cómo será el nuevo sistema al menos 1 o 2 semanas antes. La idea es que se visualicen en la cama temprano por la noche y felices por la mañana, listos para pasar el día en la escuela.
- Compra todo lo necesario y más. Uno de los rituales que más ayudan durante esta transición es la compra de los útiles escolares. Entre cuadernos, crayolas, reglas y escuadras, los pequeños pueden sentir que tienen voz y voto al elegir lo que más les guste (dentro de lo razonable).
- Fomenta que lean al menos un libro antes de volver a la escuela. Tal vez no se pongan muy contentos con la idea al principio, pero es una excelente forma de reintroducirlos poco a poco a un ambiente más académico. El objetivo es que cambien el switch al modo aprendizaje, incluso antes de sentarse en el pupitre.
- Establece con antelación la hora de irse a la cama. Levantarse temprano puede ser la parte del proceso que más les cueste a tus hijos. Por eso, es conveniente que ajustes el horario de descanso lo más cercano posible al que tendrán una vez que estén de vuelta en el colegio.
- Asigna un espacio cómodo para estudiar. Volver a clase también significa tener tarea por la tarde. Así que escoger un rincón de tu casa para que tus niños puedan estudiar y hacer los trabajos que les asignen es importante para que se sientan cómodos y dispuestos. Sobra decir que en esta zona no puede haber televisiones ni dispositivos móviles que puedan constituir distracciones innecesarias.
- Visita museos durante las vacaciones. Sí, el verano es para divertirse y pasarla en la playa o, mínimo, en alguna alberca cercana. Pero eso no quiere decir que no puedas reservar algún día para una excursión más cultural. Hay muchos tipos de museos; puedes decantarte por uno enfocado en que tus retoños aprendan mientras la pasan increíble.
- Escucha las inquietudes de los pequeños. Es muy normal que en las semanas y días previos a la vuelta al salón de clases, surjan los nervios y la emoción que conlleva regresar a pasar varias horas al día en un sitio con personas ajenas a tu familia. Habla con tus hijos y escucha atentamente lo que te quieran decir. Tal vez se sientan inseguros de conquistar los retos que el nuevo año académico supone, o tengan miedo de conocer a sus compañeros (sobre todo si se cambiaron de escuela). Lo importante es que encuentres la manera de reconfortarlos y que vayan con las pilas bien puestas.
La transición que implica el cambio de rutina afecta a todos los miembros de la familia. Así que ante todo, calma. Las cosas se reacomodan con el tiempo y la vida en casa también. ¡Feliz regreso a clases!