Cuando uno decide emprender el (a veces amargo) camino hacia la adultez, es común que el primer paso sea querer vivir solo. Sin embargo, tomar esta decisión no es tan sencillo. ¿Has considerado todo lo que implica?
Para empezar, es importante que tengas en cuenta tu presupuesto. Cuando vivimos con nuestros padres solemos creer que las cosas que tenemos se obtuvieron de forma sencilla, pero cuando es nuestro turno para conseguir lo que necesitamos en el día a día, entonces entendemos que el dinero rara vez es suficiente. Evita tener problemas de pago al mes de mudarte, lo mejor es que antes de tomar la decisión tengas dinero suficiente como para pagar la renta de varios meses, y de preferencia para tener un extra que te permita pagar servicios, comidas, luz, gas, etc. sin pasar malos ratos.
En todo caso, para prevenir problemas con la renta, presta mucha atención a la zona donde piensas mudarte. Evidentemente las rentas varían mucho entre un lugar y otro, trata de ajustar tus posibilidades a tu presupuesto para que puedas estar más tranquilo con tu decisión. De igual forma, antes de ir de compras, investiga sobre los precios que tiene un mismo producto en distintos lugares. Quizá encuentres un mercado en donde puedas acceder con mayor facilidad a tu cereal preferido que en otro. Y, aunque sabemos que las matemáticas no suelen ser el fuerte de muchas personas, te recomendamos que hagas una lista donde calcules lo que gastarás en alimentos y productos para tu casa. Así podrás llevar mayor control de la forma en que distribuyes tu presupuesto.
Antes de mudarte recuerda que, además de la comida, debes considerar en tus cuentas los gastos para muebles. Y si de casualidad rentas un espacio amueblado, lástima, pero tampoco será suficiente. Probablemente necesitarás papel de baño, productos de limpieza, platos, y demás herramientas imprescindibles en la cotidianeidad. No olvides considerarlos al decidir si tu ingreso es suficiente para mudarte. Un buen ejercicio para notar cuántos productos utilizas en un día es llevar contigo un papel y una pluma y escribir ahí todo lo que utilizas en algún momento del día y que probablemente necesitarás al tener tu propio hogar. Luego puedes calcular el costo de esos elementos y restarlo a tu presupuesto.
Entendemos que hacer tantas cuentas no parece un panorama atractivo, pero sin duda es la forma más responsable y consciente de tomar una decisión como salir de casa en búsqueda de la libertad. Esperamos que estos tips te ayuden, pronto publicaremos más textos con consejos para ser un adulto y no colapsar en el intento. Mientras tanto, cuéntanos en los comentarios si tienes alguna duda en específico.