La mayoría de las personas están de acuerdo en que el amor y la amistad son escasos y muy difíciles de encontrar; sin embargo, ¿no será que les dedicamos en realidad muy poco tiempo? Estamos tan ocupados con nuestras metas individuales que nos olvidamos de procurar a las personas en nuestras vidas. Damos por sentado que siemrpe estarán ahí incondicionalmente y luego nos decepcionamos cuando resulta no ser así.
La realidad es que las relaciones requieren tanta atención como nuestras múltiples ocupaciones; necesitamos dedicarles tiempo de calidad y darles un estatus prioritario para que florezcan y perduren. Debemos comprender que las personas en nuestra vida son lo más importante que tenemos; los empleos o los logros individuales son efímeros y pueden desaparecer un día pero los amigos, la familia y la pareja, es decir, nuestras redes de afecto más cercanas permanecerán ahí para nosotros, siempre y cuando nosotros hayamos sabido permanecer ahí para ellos.
Si quieres mantener relaciones interpersonales sanas y armoniosas, sigue estos consejos:
1. Nunca olvides que las personas son antes que las cosas. Vive bajo esa ley y la gente a tu alrededor lo agradecerá con su lealtad y cariño incondicional.
2. La generosidad y la gratitud son la clave de las relaciones. Nunca dejes de mostrarte agradecido por las personas que te rodean y compórtate de tal manera que no teman acudir a ti cuando tengan algún problema.
3. Aprende a aceptar las críticas y los desacuerdos. Una parte muy importante de convivir con otros es ser capaz de estar en desacuerdo con ellos sin que eso dañe su relación y el cariño que se tienen.
4. Dedícales tiempo a tus seres queridos. No seas el amigo que cancela, el padre que está demasiado ocupado para el festival escolar o el esposo que nunca llega a cenar. Recuerda el punto número 1, que tus relaciones son siempre más importantes.
5. Ámate y acéptate a ti mismo. Tener una buena relación con nosotros mismos es la única forma de entablar relaciones sanas con los demás. No podemos dar a otros el amor que no nos damos a nosotros mismos.