El hierro es un elemento reconocido por su importante papel en la prevención de la anemia, pero obtener sus beneficios no es tan sencillo. Según la más reciente Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de México (ENSANUT), más de 2 millones de niñas y niños de 1 a 4 años de edad padecen anemia por deficiencia de hierro. 

Lo anterior ocurre principalmente por la falta de vitaminas y minerales en su alimentación diaria. Estos pequeños no obtienen los micronutrientes esenciales por medio de la alimentación equilibrada, es decir, el consumo adecuado de verduras, legumbres, frutas, lácteos y productos derivados de la carne.

La anemia es un problema grave de salud pública que debe ser prevenido y tratado de manera rápida, ya que lleva a la disminución de la concentración de glóbulos rojos en el cuerpo y esto deriva en problemas de transportación de oxígeno a los órganos, con resultados muy negativos a la salud.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), mil 620 millones de personas tienen anemia. Se estima que 293 millones de niños de 4 años de edad y 305 millones de 5 años o más la padecen, mientras que las mujeres en edad fértil con este mal suman 468.4 millones, y hay más de 164 millones de personas de la tercera edad con anemia. 

Los síntomas más comunes de la anemia son: cansancio, palidez, debilidad, falta de aire y fatiga. La deficiencia de hierro puede afectar aspectos importantes del sistema nervioso, alterar la memoria, la inteligencia, la capacidad para resolver problemas (cognición), la atención y el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños.

La anemia carencial puede corregirse con el consumo de suplementos que contengan hierro; de igual manera, se pueden consumir alimentos que contienen hierro, como la carne roja o blanca. El hierro que se encuentra en los alimentos vegetales merece especial atención, pues en estos alimentos se encuentra una forma de hierro poco utilizada por el cuerpo y, por esta razón, no son considerados alimentos fuentes en este sentido.

Sin embargo, aumentar el consumo de hierro no es suficiente. Para que el cuerpo absorba el hierro es necesario que se tenga un aporte adecuado de las vitaminas A, C, E, B2, B6, B12 y ácido fólico. Sin la concentración adecuada de estas vitaminas, el cuerpo no logra absorber y utilizar el hierro de manera efectiva.

Por ello, además de consumir alimentos y suplementos que contengan hierro es importante cuidar la ingesta de vitaminas, entre ellas la vitamina B12, que se encuentra únicamente en alimentos de origen animal como carne, leche y huevos. Una forma de optimizar la absorción del hierro es comer frutas cítricas, las cuales son fuente de vitamina C.