La vida actual está llena de estímulos; algunos de ellos son tan agradables que resultan adictivos y otros son estresantes, pero en ambos casos con frecuencia afectan nuestra calidad de sueño. En las ciudades la mayoría de las personas enfrentan sentimientos de fatiga y desórdenes metabólicos relacionados con no obtener las suficientes horas de descanso, pero ¿qué pasaría si te dijeran que existe algo capaz de mejorar tu estado de alerta y tu creatividad, así como reducir el estrés, mejorar la resistencia física, la percepción, la capacidad motora, tu vida sexual y ayudarte a tomar buenas decisiones, además de rejuvenecerte, fortalecer tu memoria, disminuir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y contribuir a la pérdida de peso? Suena maravilloso, ¿verdad? Pero eso no es todo; lo mejor es que este misterioso "algo" es gratis y existe: se trata de una siesta. 

Claro que no es cualquier tipo de siesta, sino una que se hace justo en el momento preciso. La doctora Sara C. Mednick, investigadora del Instituto Salk, es una de las autoridades en este tema y ha escrito un libro titulado Toma una siesta y cambia tu vida, el cual está basado en un programa con bases científicas que permite a las personas aprovechar el potencial de las siestas. En dicho libro Mednick explica las cinco fases del ciclo de sueño, especialmente los ciclos REM y sus beneficios. Además ayuda a las personas a tener una escala con la cual medir su nivel de cansancio y una serie de herramientas para determinar en qué momento del día les resultará más conveniente tomar una siesta dependiendo del objetivo que se tenga en mente como, por ejemplo, potenciar la memoria o la creatividad.

En todo caso, un conocimiento básico de los difrentes tipos de siestas puede darte una idea de su potencial:

1. Preparatoria

Es la clase de siesta que tomas antes de tener mucho sueño o cansancio; es lo que necesitas cuando sabes que te mantendrás despierto hasta tarde. 

2. De emergencia

Esta siesta sucede cuando estás tan cansado que no puedes continuar con lo que estás haciendo.

3. Habitual

Es cuando tomas una siesta a la misma hora todos los días.

4. Para potenciar la atención

Una siesta de 20 a 30 minutos es lo mejor para mejorar nuestro estado de alerta sin perder el sueño por la noche o sentirnos demasiado adormilados. 

5. Para combatir el estrés

En este tipo de casos es mejor tomar una siesta más larga, de aproximadamente 1 hora, pues ello tiene efectos positivos en la memoria y la cognición. 

De acuerdo con la doctora Mednick tomar una siesta es como activar el botón de reset en nuestro cuerpo, ya que contribuye a relajar la mente y restaura la sensibilidad de los sentidos. De hecho, las investigaciones realizadas en su laboratorio con el uso de resonancias magnéticas, fármacos y otro tipo de herramientas han arrojado información sorprendente: sin un descanso a la mitad del día, en realidad no es posible para los humanos desempeñarse a niveles óptimos durante el resto de la jornada. 

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Con información de Take a Nap! Change Your Life