Durante el embarazo, tu cuerpo vive un sinfín de cambios; tu piel se estira, te puede salir paño y el acné empeora, entre otras cosas. Pero si tienes el cuidado necesario, es posible que no te suceda nada de esto o que ocurra en menor grado. Es un momento para lucir radiante, para cuidarte y mimarte, así que no dejes tus rutinas de belleza a un lado por más sueño que tengas.

Para evitar las estrías

Cualquier mujer puede tener estrías en diferentes etapas de la vida. Sin embargo, durante el embarazo es común que aparezcan debido al estiramiento de la piel. También se dice que es genético, pero de cualquier forma, si quieres cuidar la piel de esto puedes recurrir a lo siguiente:

• Mantente hidratada. Durante todo el embarazo es sumamente importante que tomes una cantidad suficiente de agua. No solamente por tu piel, sino por todos los procesos que vives. Esto es crucial para mantenerte en un óptimo estado. Si tomas suficiente agua, tu piel se mantendrá hidratada.
• Consume alimentos nutritivos. Las estrías también pueden aparecer cuando tu dieta no es balanceada. Sí, los antojos están bien, pero tienes que alimentarte sanamente. Eso hará que tu bebé crezca sano y fuerte y que tú te sientas bien. Debes consumir alimentos ricos en vitamina C, D, E, zinc y por supuesto, proteínas.
• Utiliza cremas ricas en vitamina E. Debido a sus poderes antioxidantes, este tipo de vitamina puede ayudarte a disminuir o prevenir las estrías. Asimismo, puedes optar por usar aceite de coco.

Exfolia tu rostro una vez a la semana antes de ir a la cama

La exfoliación es importante para la piel, tanto si estás embarazada como si no, pues elimina las células muertas microscópicas que pueden obstruir los poros. Con esas células muertas desaparecidas y la nueva piel fresca descubierta, tu crema humectante puede penetrar profundamente.

Recuerda que durante el embarazo debes evitar el uso de químicos, ya que pueden ser absorbidos por tu piel. Por eso, mejor elige opciones naturales. Puedes hacer tu exfoliante natural con estos ingredientes:

• Bicarbonato de sodio
• Agua
• Aceite de vitamina E

Mezcla todos los ingredientes hasta que quede una pasta uniforme y firme, ni muy líquida ni muy sólida. Antes de aplicarla, moja tu cara con un poco de agua tibia. Haz un masaje con las yemas de tus dedos de forma circular sobre tu cara durante 3 minutos. Enjuaga tu cara con agua tibia y sécala con una toalla limpia.