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Una taza de tranquilidad: el té y sus propiedades ansiolíticas

Mayo 21, 2021

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¿Qué vas a aprender con esta nota?

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  • Algunos tés tienen efectos tranquilizantes, pero otros pueden producir ansiedad

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  • El Cinvestav investiga las plantas que pueden provocar daños si se consumen por tiempo prolongado

México es un país con una gran cultura herbolaria, pero para obtener un mejor provecho de ella es necesario estudiar con mayor precisión los mecanismos de las plantas cuando se consumen como tés. A partir de esta premisa el Laboratorio de Psicofarmacología y Trastornos de la Alimentación, que encabeza Carolina López Rubalcava, investigadora del Cinvestav, analiza diversos tipos de té y su afecto ansiolítico. López explica:

Tratamos de encontrar fitofármacos (extractos de plantas) que la gente utiliza como tés, para reducir la ansiedad, el nervio o el llamado "susto". Sobre muchos de ellos no se sabe si realmente tienen efectos ansiolíticos, porque es un conocimiento que ha pasado por varias generaciones, y ahora empezamos a estudiar las plantas o los tés como tal para comprobar si tienen efectos ansiolíticos.

 

El grupo de investigación estudia esas propiedades de plantas que se usan en forma de té como la manzanilla, la tila, la granada, el toronjil, el té verde, el gordolobo de terreno y la chirimoya, entre otras, con el propósito de observar sus mecanismos de acción, tratar de encontrar los componentes específicos que generan el efecto ansiolítico, verificar que no provoquen efectos colaterales y comprobar que no tengan interacciones con fármacos.

 

En la mayoría de las plantas, el conjunto de componentes son lo que genera el efecto ansiolítico. Por ejemplo, el té de tila o de la Montanoa tomentosa actúan sobre el sistema GABAérgico, principal depresor del sistema nervioso central y que actúa como modulador de otros sistemas de neurotransmisión. Esto significa que trabajan de manera similar a los medicamentos conocidos como benzodiacepinas.

 

Ello hace que estas plantas tengan un efecto ansiolítico. De hecho, "algunos componentes actúan sobre sitios de modulación específicos sobre los que actúan las benzodiacepinas y algunas hormonas gonadales como la progesterona". La investigadora pone el ejemplo de las embarazadas, que son muy tranquilas porque tienen altos niveles de progesterona.

 

Además, señala que "otros extractos de plantas como la granada tienen componentes que actúan sobre receptores de estrógenos y tienen funciones similares a los fitoestrógenos". Dichos mecanismos de acción también se han vinculado a los efectos ansiolíticos y antidepresivos de la planta.

 

El laboratorio trabaja con varios modelos animales para analizar la ansiedad y estudia diferentes tipos de plantas para identificar cuáles realmente son ansiolíticas. Por ejemplo, cierto tipo de té de toronjil, en vez de tener un efecto ansiolítico, produce una respuesta ansiogénica (ansiedad).

 

Por ello es necesario tener información sobre las plantas que se usan en los tés, ya que pueden producir un efecto diferente al esperado, además de que el objetivo es comprobar si las propiedades que se les atribuye son reales y así tratar de obtener mayor provecho de ellas.

 

Asimismo, se tiene la creencia de que los fitofármacos no causan ninguna toxicidad, pero los investigadores del Cinvestav buscan verificar ese tipo de ideas. Como son productos de origen natural, se piensa que no pasa nada al consumirlos, pero los fitofármacos son externos al cuerpo y podrían tener un efecto adverso.

 

"Hay plantas que pueden provocar algún problema si se usan con frecuencia, eso es parte de nuestra investigación: ver si un uso crónico puede tener o no propiedades aparentes o visibles". La primera pregunta que los investigadores se hacen es si tienen efectos ansiolíticos, y después observan si tienen alguna otra consecuencia farmacológica que debiera estudiarse a fondo.

 

Una de las ventajas de las plantas con efecto ansiolítico es que son más baratas que los fármacos y están al alcance de todos. Como tratamiento, sus resultados efectivos se verían a largo plazo y deberían ser supervisados por un profesional de la salud, pues el uso de tés puede tener consecuencias colaterales. Por ello, es necesario analizar si los tés son tan inocuos como se cree.

 

Foto de portada: Pexels


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