A lo largo de la vida, las mujeres pueden presentar diferentes tipos de padecimientos visuales que pueden afectar directamente su bienestar. El Instituto Cubano de Oftalmología comparte que en el embarazo ocurren cambios a nivel ocular que en ocasiones pueden establecerse de forma permanente, como el aumento de la miopía. Por otro lado, en la menopausia se experimentan alteraciones como disminución en la agudeza visual y síndrome de ojo seco. Además, la exposición prolongada a dispositivos electrónicos influye en la aparición de fatiga en la visión, según señala la Revista Mexicana de Oftalmología.
De acuerdo con un estudio realizado por la Red Epidemiológica Iberoamericana para la Salud Visual y Ocular (REISVO), las mujeres presentan alteraciones refractivas (miopía, astigmatismo, etcétera) con mayor frecuencia que los hombres. "La mayoría de los problemas visuales se pueden diagnosticar fácilmente por medio de un examen de la vista y se consiguen corregir", dice Melanie Devlyn, presidenta del Consejo de Administración de Devlyn. "Hoy somos capaces de atender las necesidades de la mujer contemporánea, a través de lentes de contacto de última generación que solucionan las deficiencias de visión más comunes".
El material y tecnología de estos lentes de contacto permiten su uso por más tiempo en actividades cotidianas que van desde ejercitarse hasta leer y trabajar, y se adaptan a los diferentes ritmos de vida. "Las mujeres actuales se ven más independientes y orgullosas de todo lo que pueden lograr y que disfruten el espectáculo de la vida en sus diferentes etapas y ámbitos", comenta Devlyn.
En este contexto, hay que hacer énfasis en la importancia de visitar al optometrista una vez al año, ya que los chequeos regulares son esenciales para detectar y corregir afecciones como la miopía, el astigmatismo o la vista cansada, por mencionar algunos.
La doctora Elena Barraquer, oftalmóloga, recomienda estas sencillas prácticas para el cuidado de la salud visual: