Probablemente el término "material particulado" no te sea familiar. Casi para nadie lo es, a pesar de que juega un papel fundamental en la salud. 

El material particulado está formado por partículas que se han aerosolizado en el aire que respiras. Se vuelven peligrosas cuando tienen un tamaño inferior a 10 micrómetros. Estas partículas pueden atravesar el tracto respiratorio y entrar en el organismo, donde afectan, entre otras cosas, al sistema inmunológico, lo que potencialmente puede provocar una serie de enfermedades. Ejemplos de partículas tan pequeñas incluyen moho, bacterias, virus, alérgenos y toxinas.

Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), el material particulado se ha asociado con efectos sobre la salud, como arritmias cardiacas y ataques cardiacos, y efectos respiratorios como ataques de asma y bronquitis:

La exposición a partículas contaminantes puede resultar en un aumento de los ingresos hospitalarios, visitas a la sala de emergencias, ausencias a la escuela o al trabajo y días de actividad restringidos, especialmente para aquellos con enfermedades cardiacas o pulmonares preexistentes, personas mayores y niños.

Reducir el material particulado en casa es una necesidad imperativa, especialmente ahora que la limpieza de casa se ha vuelto un pilar para la salud. Aquí hay cinco consejos para mejorar la calidad del aire en interiores y limpiar tu hogar en primavera.

1. Quita el polvo

Mantener una rutina de limpieza regular es una manera fácil de reducir la cantidad de partículas diminutas que se encuentran en tu entorno. Algunos lugares comunes donde el polvo tiende a acumularse incluyen detrás de los muebles, la orilla de tus aparatos electrónicos, sobre los libros, debajo de tu cama, etcétera.

2. Utiliza un filtro certificado

Una aspiradora para eliminar el polvo o un purificador son útiles para mejorar la calidad del aire en tu hogar, pero es importante que cuenten con un filtro certificado HEPA. Esto asegura que las partículas pequeñas que pasan a través del filtro no vuelvan a circular hacia el medioambiente.

3. Limpia y desinfecta

"Siempre recomiendo productos de limpieza que contengan tanto surfactantes como desinfectantes, ya que cumplen dos funciones a la vez", señala Michael Rubino, experto en eliminación de moho. Estos productos "separan las partículas de las superficies y destruyen las bacterias, los virus y el moho que podrían causar irritación".

4. Protege tu hogar de la acumulación de humedad

Evita los daños causados ​​por el agua al controlar los niveles de humedad en el hogar, para garantizar que las bacterias y el moho no aumenten las partículas en el interior. Además, asegurarte de que el área alrededor de la regadera o el fregadero de la cocina esté completamente seca después de su uso es un buen hábito diario. Cuando se trata de un derrame o una fuga, tienes que tratarla de inmediato. Si la acumulación de agua es demasiada, seca y ventila el espacio, pues el moho puede crecer en tan sólo 24 horas.

5. Ten buena higiene

Recuerde tener una buena higiene. Lo que esta pandemia ha dejado son sin duda buenos hábitos, así que continúa con ellos. Lávate las manos y deja los zapatos en la puerta para no traer accidentalmente virus y bacterias no deseados a tu espacio.

Con información de mindbodygreen

Fotografía de portada: Freepik