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¿Amas el jugo de naranja? Entérate de por qué sería mejor no tomarlo

El jugo de naranja es todo un clásico para acompañar el desayuno y se suele tener la idea de que es una bebida saludable. Si es natural y hecho solamente de fruta, ¿cómo podría no serlo?

 

Aunque no lo creas y aunque la naranja completa sí sea un alimento saludable, la realidad es que cuando la exprimes y extraes su jugo, éste se convierte en una bebida con demasiada azúcar, tanta como un dañino refresco.

 

En un estudio, publicado en la Revista de la Asociación Médica Americana (JAM), el consumo de refrescos en exceso aumentó el riesgo de morir prematuramente en un 11% en las personas analizadas, mientras que el consumo excesivo de jugo de frutas lo incrementó hasta en un 24%.

 

Esta investigación estudió los hábitos de consumo de bebidas azucaradas y jugos de fruta de 13 mil 440 personas, durante 6 años. En ese período se registraron mil muertes por diversas causas y 168 por enfermedades coronarias.

 

¿A qué se debe que el jugo de naranja sea dañino? 

Al extraer el jugo de la fruta se obtiene simplemente agua con azúcar, ya que los nutrientes, las vitaminas y la fibra permanecen en la fruta. Así, aunque no le pongas nada al jugo de naranja, un vaso de esta bebida contiene 10 cucharadas de azúcar, la misma cantidad que se puede encontrar en un refresco, y además ambos contienen fructosa. 

 

La fructosa, que es el tipo de azúcar que se encuentra en el jugo, es lo que más hace subir de peso, además de que aumenta los triglicéridos y el ácido úrico, e incrementa el riesgo de padecer diabetes. Por otro lado, la fructosa y el alcohol, que también es un azúcar natural, comparten el mismo camino por el hígado, aumentan la grasa del abdomen y causan hígado graso.

 

Pero esto no significa que debas dejar de comer fruta porque la fructosa es mala para la salud. El daño que ocasiona al organismo se debe a la alta concentración de ella que existe en el jugo (para obtener un vaso, se necesitan entre cuatro y cinco naranjas). En cambio, cuando comes la fruta entera, la cantidad de azúcar se reduce considerablemente, además de que ingerir la fibra que contiene su pulpa te genera una sensación de saciedad mayor que la del líquido, lo cual evita que comas más. Y también, al comer toda la naranja consumes todos sus nutrientes, no sólo el azúcar.

 

Por otro lado, tomar un jugo es contraproducente porque después de beberlo el apetito aumenta. Los cambios producidos por el azúcar en el cerebro provocan la necesidad de comer más, aunque en realidad no tengas hambre, pues aparecen los antojos.

 

Por todo esto, si acostumbras incluir jugo de naranja en tu desayuno, lo mejor es que dejes de hacerlo y lo cambies por té o café, y mejor cómete la naranja o alguna otra fruta entera y cuando te sea posible, con todo y la cáscara para no desperdiciar la fibra y ningún nutriente. 

 

Con información de Forbes

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