Muchas mujeres saben que encontrar el sostén perfecto puede ser una experiencia frustrante e incómoda. Y la situación se complica un poco más cuando se trata de tiendas donde no es posible probártelo antes de comprar.
Cualquiera que haya encontrado el sostén perfecto, sabrá lo bonito que se siente cuando se acomoda bien a tu cuerpo y hace que tu pecho luzca más estilizado. Un buen brasier puede ayudar a mejorar la postura, reducir el dolor de espalda, hacer que tu ropa se vea mejor y tu cuello tenga un aspecto más largo.
Así que si ha llegado el momento en el que tu brasier ya es una pesadilla y no ves la hora de quitártelo, aquí encontrarás algunos consejos para escoger a tu próximo acompañante.
¿Realmente necesitas un sujetador nuevo?
Hay algunos signos reveladores cuando llega el momento de reemplazar a tu antiguo "bra". Estos son los indicadores más obvios de que es hora de ir al departamento de lencería:
- El broche se te sube por la espalda. Cuando la banda del sostén se está sube y sube, significa que está demasiado estirado o demasiado suelto.
- Tus pechos salen de la copa. Si tus senos salen de las copas y puedes ver que se desbordan con camisas apretadas, eso significa que tus copas son demasiado pequeñas.
- Los tirantes se resbalan. Si, no importa cuántas veces los aprietes, tus tirantes han perdido elasticidad y es tiempo de cambiar de sostén.
- Tu sostén muestra signos visibles de desgaste. Si el aro ha atravesado la tela o los tirantes de los bordes están deshilachados y gastados, es hora de adquirir uno nuevo.
Ahora, ¿cómo medir tu talla de sujetador en casa?
Para saber la talla correcta de tu brasier, todo lo que necesitas es una cinta métrica o un trozo de cuerda y una regla. Debes hacer esto al menos una vez al año, ya que así podrás sacar el mayor provecho del cuerpo que tienes y garantizar una comodidad total.
Para encontrar el tamaño de la espalda, usa un sostén sin forro y sin relleno (no sobre tu ropa) y pasa la cinta métrica alrededor de tu espalda donde se encuentra la banda del sostén. Debe quedar lo más ajustada posible sin lastimarte. Fíjate en la medida en pulgadas. Si no obtienes un número entero de medida, redondea al número más cercano.
Para encontrar el tamaño de tu copa, pasa la cinta métrica alrededor de tu espalda, justo debajo de los omóplatos y después por arriba de la parte más ancha de tu busto, a la altura de los pezones. Ahora resta el tamaño del torso, para que sólo quede el tamaño de la copa.
Por ejemplo, si tu medida de busto es 34 pulgadas y a eso le restas la medida de la espalda que es 32 pulgadas, el resultado es 2. Por lo tanto, tu número de copa es 2. Lo que se traduce de la siguiente manera:
Ahora que sabes cómo hacerlo, compra el estilo que más te guste.
Con información de Good Housekeeping
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