Imagina esta escena: te encuentras en tu casa, bebes una limonada o un delicioso té mientras lees tu libro favorito y de repente sucede algo que provoca que tu bebida se derrame sobre la mesa, moja todo, incluido ese libro que cuidabas como a tu vida.

Antes de que pienses que el mundo está perdido, aquí encontrarás consejos superútiles para salvar tu libro.

Asegúrate de que el agua está limpia

El agua tiene que estar limpia. Si un libro se empapa de agua sucia o algún líquido de color (por ejemplo, café o vino tinto), puede ser difícil restaurarlo. Ten en cuenta también que las páginas nunca volverán a ser perfectamente planas, sólo legibles, si todo va bien.

Congela el libro inmediatamente

No intentes separar las páginas mojadas, ya que pueden pegarse y romperse. Pon el libro en el congelador lo antes posible. Déjalo ahí durante al menos 24 horas para que se solidifique.

Esto sirve para algunos propósitos:

• Evita que el moho se asiente dentro de las primeras 48 horas de daño por agua.
• Desactiva el crecimiento activo de moho y cambia su consistencia, lo que facilita su eliminación.
• Te da algo de tiempo para encontrar un arreglo de secado con aire.
• Una vez congelado, te permite abrir el libro y extender las páginas sin que se peguen.
• La congelación es especialmente efectiva para papeles brillantes de tipo revista, así como para libros encuadernados en cuero o en pergamino antiguo, o libros para niños.

Secar el libro con el aire

A continuación, según el nivel de saturación, determina el mejor método para secar con aire.

La Biblioteca de la Universidad de Cornell ofrece los siguientes consejos:

• Si el libro se empapó completamente, antes de congelarlo es muy importante que no intentes separar las páginas. Ponlo de pie sobre una toalla de papel absorbente para que el agua se escurra. Si es posible, coloca una toalla entre las cubiertas y el cuerpo del texto.
• Si el libro no se mojó demasiado, abanica ligeramente las hojas y deja que el libro se seque con el aire. Si hay páginas ilustradas recubiertas dentro o si esto ocurrió en fotografías, coloca capas de papel encerado para aislar cada una y evitar que se peguen. Después, congela.