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¿Cómo elegir el lubricante vaginal más adecuado para ti?

Agosto 08, 2019

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¿Qué vas a aprender con esta nota?

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  • Características de los distintos tipos de lubricantes

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  • Recomendaciones para elegir el mejor en cada caso

Los lubricantes vaginales pueden usarse con dos fines básicos: facilitar las relaciones sexuales o salir de la rutina en las mismas, y para aliviar la sequedad vaginal que padecen muchas mujeres y que afecta su calidad de vida, al ocasionar molestias como dolor durante las relaciones sexuales, irritación, sensación de tirantez, ardor o picazón y poco flujo o casi nulo. 

 

Así, los lubricantes vaginales pueden ayudar tanto a hacer del sexo algo más divertido y placentero, como a mejorar la sequedad y las molestias que ocasiona. Pero no todos los lubricantes son recomendables para ambos usos, y debes tomar en cuenta los siguientes puntos antes de elegir uno. 

 

¿Para qué vas a usarlo?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) los lubricantes que se usan con el objetivo del disfrute sexual deben cumplir con dos requisitos importantes: no deben afectar a la integridad del preservativo y deben proporcionar un efecto duradero.

 

Por otro lado, aquellos que se utilizan para contrarrestar la sequedad vaginal deben ser lo más parecidos posible a la lubricación natural, tanto en textura como en el pH. Además es importante que no se sequen demasiado pronto y que mantengan el grado de humedad. 

 

El pH de una vagina sana debe estar entre 3.8 y 4.5, y el del recto en torno a 7. Un pH vaginal alto aumenta el riesgo de vaginosis bacteriana, y en el recto puede aumentar la supervivencia del VIH; por lo tanto, se recomienda utilizar un lubricante con un pH en torno a 4.5 si es para uso vaginal y entre 5.5 y 7 para su uso anal.

¿Qué tipo de lubricante elegir?

Existen tres tipos de lubricante básicos, de acuerdo con el ingrediente principal que contienen: agua, siliconas y aceite, y la elección de éstos depende también del uso que vas a darles, así como de tus necesidades (por ejemplo, si quieres o no embarazarte).

 

Lubricante a base de siliconas

Se recomienda para su uso durante las relaciones sexuales con condón, ya que sus componentes no deterioran el látex. También es la mejor opción cuando quieres experimentar el sexo bajo el agua y el sexo anal; sin embargo, su uso no se recomienda para los juguetes sexuales que son también de silicona.

 

Debido a su consistencia y durabilidad, también es una buena alternativa para los problemas de sequedad vaginal.

 

Lubricante a base de agua

También se puede utilizar durante las relaciones sexuales con condón, ya que no afecta la superficie del látex. En caso de que busques un embarazo y tengas relaciones sin protección, los lubricantes a base de agua también son la mejor opción, pues son los más amigables con los espermatozoides y no los dañan.

 

Este es el tipo de lubricante menos recomendado para la sequedad vaginal, ya que su textura acuosa hace que se evapore más rápido, por lo que hay que reaplicarlo continuamente.

 

Lubricante a base de aceite

Su textura y consistencia lo hace el más duradero y de más lenta evaporación. Así que es la mejor opción para aliviar los síntomas de la sequedad vaginal. 

 

Por otro lado, estos lubricantes son los menos recomendables cuando les quieres dar un uso meramente lúdico para el placer sexual, pues sus ingredientes afectan la textura del látex y pueden ocasionar que el condón se rompa. Ello aumenta el riesgo de embarazo no deseado y de la transmisión de enfermedades sexuales. 

 

Lo que no debes usar como lubricante

Ya sea por falta de información o por no tener un lubricante a la mano, muchas personas utilizan sustitutos como aceite para bebé, aceite de coco, aceites para masaje, vaselina, cremas corporales o para las manos, entre otras cosas. 

 

Sin embargo, ninguno de estos productos debe usarse en la zona genital, ya que podrían alterar el equilibrio del pH vaginal y ocasionar molestias como irritación o aumentar el riesgo de infecciones.

 

La OMS también recomienda evitar los lubricantes que tengan un pH por encima de 7, los que contengan niveles elevados de propilenglicol (una sustancia humectante a la que algunas personas han reportado alergia), y los que tengan un contenido total de glicol por encima de un 8.3%.

 

Además, los expertos en salud sexual sugieren no usar los lubricantes que incluyen ingredientes que aportan un efecto adicional, por ejemplo un anestésico local como la benzocaína, que se considera un medicamento y requiere prescripción médica.

 

Finalmente, lo ideal es adquirir el lubricante en la farmacia y no en las sex shop, ya que en este tipo de establecimientos es difícil tener un control sobre características como el pH y los ingredientes usados. Y como siempre, no olvides consultar con tu ginecólogo sobre cuál es la mejor alternativa para tu caso específico.

 

Con información de El País


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