Quizá estés bastante segura de que has encontrado a tu alma gemela en tu mejor amiga. Confías tu vida en ella, ya que han estado juntas en las buenas y en las malas. Sin embargo, a pesar de que la quieres con todo tu corazón, buscas a una pareja por diferentes razones. 

Te damos nueve buenas razones por lo que seguramente piensas en esto constantemente. 

1. Quieres un compañero de vida. Aunque amas a tu mejor amiga (algo puramente platónico), algún día deseas comenzar una familia; ya sabes: ser convencional, casarte y tener bebés. Los avances científicos de los últimos años han sido muchos, pero estás casi segura de que todavía necesitas un hombre para ello.

2. Contar con alguien estable para "ver Netflix". Algunas veces –bueno, muchas veces– necesitas atención masculina. Te gustaría algo de testosterona en tu vida.  Es rico acurrucarte y que te acaricien el pelo. Además, puedes estar en un pico sexual, en el que nunca has tenido la libido tan alta en tu vida. Quizá estés cansada de tener sexo contigo misma. Bueno, y también te gusta mucho ver Netflix.

3. Vivir emociones de cuento de hadas. El hecho de que ya tengas un alma gemela en tu mejor amiga no significa que no quieras enamorarte; puedes ser una romántica sin remedio. Deseas sentir mariposas en el estómago cuando escuchas su voz y escalofríos cuando te toca. Por arriesgado que suene, añoras ser vulnerable y transparente del todo, dejar a alguien ver tu verdadero yo hasta en los peores momentos. Quieres que tu príncipe azul te baje la luna y las estrellas. Se vale: ¡Una mujer puede soñar!

4. Ganar un nuevo guardarropa. Eres una mujer muy femenina, definitivo, pero siempre te ha gustado “pedirle prestada” ropa a tu novio, ya sea una sudadera o camiseta. Te gusta la comodidad que los outfits masculinos pueden dar. Él ya se acostumbrará.

5. Tener alguien que te invite a cenar. Esto suena un poco mal de entrada, lo sabes. No, no quieres utilizar a un hombre para conseguir comida gratis; pero crees que no hay gesto más romántico que escuchar un: “Mi amor, ¿ya comiste?”. Es más, casi se te sale una lágrima sólo de pensarlo. Eres una foodie empedernida, y si te invita a cenar… bueno; básicamente, es probable que terminen casados.

6. Saber que hará el trabajo “pesado”. Sacar la basura, poner gasolina, cambiar una llanta… todos esos detalles. El mes pasado rompiste tu lavabo, no sabes cómo, pero le tuviste que pagar a alguien para que te instalara uno nuevo. ¡Qué molesto! Sabes que eso no es lo más importante de tener una pareja; pero si la tuvieras, probablemente te hubiera podido ayudar a resolver el problema.

7. Poder callar a tu mamá. Una mujer soltera no se salva de comentarios tipo: “Pues supongo que, con suerte, algún día seré abuela”. Te encantaría traer a un hombre a las comidas familiares de los domingos y que tu tío dejará de indagar sobre tu orientación sexual, por ejemplo. Realmente no te importa, pero sería lindo no tener que dar explicaciones sobre tu vida y tus prioridades, como tu carrera profesional o tus próximos viajes. 

8. Tener un sentimiento de seguridad. Probablemente suene a que regresaste en el tiempo a 1950, pero tener a alguien con quien compartir tu vida te hace sentir protegida (aunque sea sólo para salvarte de una araña en la regadera). Si no te sientes segura entre sus brazos, ¿cuál es el punto?

9. Aprender cosas nuevas. Una relación sana con un hombre inteligente y culto te abriría los ojos a nuevas perspectivas y horizontes que no habías imaginado. La segunda cosa más sexy que un hombre puede hacer es tener contigo ese tipo de conversaciones sobre cualquier tema y hacer que las horas pasen de volada. ¿Recuerdas esas interminables llamadas telefónicas con tu crush de la secundaria? Ese tipo de sentimiento, pero a un nivel adulto.

Con información de bolde.com