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Pon en práctica el feng shui en el cuarto de tu bebé

Noviembre 18, 2020

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  • Tips de feng shui para el cuarto de tu bebé

Acomodar el cuarto para tu bebé puede ser un proyecto emocionante: los colores, los muebles, la decoración, el tipo de cuna. Esto también es de suma importancia para que tu bebé pueda dormir bien y con tranquilidad, pues necesita un ambiente en el cual se sienta seguro y cómodo en todo momento.

 

La sabiduría del feng shui puede ayudarte si tu bebé no duerme bien o si sientes que la energía no fluye libremente en su habitación.

 

Considera la ubicación del cuarto

El lugar ideal para tu bebé es una recámara con ventanas que tengan una vista inspiradora hacia la parte de atrás de la casa, pues a menudo es más tranquilo allí, al estar alejado del ruido de la calle.

 

Y también deberías pensar en lo que hay detrás de las paredes. Querrás determinar si un área posible para el bebé está encima o debajo de un espacio o habitación que utiliza mucha energía, como un baño, el sitio donde está el boiler, la cocina o el área de lavado, explica Laura Cerrano, experta certificada y fundadora de Feng Shui Manhattan.

 

Utiliza colores tranquilizantes

Comúnmente se utilizan colores pastel o tonos blancos en guarderías o cuartos de bebés. Esto está basado en las teorías del feng shui, ya que se les considera colores con energía yin, que es una energía tranquila y femenina.

 

Por otro lado, los colores fuertes y encendidos pueden impedir el descanso y el sueño profundo. Al elegir los colores, hay que tener en cuenta el equilibrio.

 

Coloca la cuna en el lugar perfecto

Muchos padres colocan la cuna paralela a la pared y no de forma perpendicular. Si la colocas de la segunda manera puede ser que tu bebé no se sienta seguro. También tienes que evitar colocarla al lado de una pared con plomería como el baño.

 

Lo ideal es que la coloques lo más lejos posible de la puerta; idealmente, de forma diagonal a la misma, lo cual permitirá que la energía fluya libremente.

 

Permite que entre luz natural

La luz natural es ideal porque es constante y funciona por ciclos, así que lo ideal es que destines para tu bebé una recámara bien iluminada. Ver los diferentes tipos de luz del día permitirá que tu bebé se sincronice mejor con su ritmo circadiano.

 

Evita las lámparas fluorescentes, pues parpadean y drenan la energía. También intenta que la habitación de tu bebé no esté orientada hacia el oeste; la exposición al este es mejor, así tu bebé podrá levantarse con la luz solar. Y si tiene luces artificiales, usa un regulador de intensidad para aliviar la dureza.

 

Foto de portada: insung yoon / Unsplash 


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