El aspecto sexual es uno de los más importantes en una relación de pareja, para que ésta se mantenga saludable. Sin embargo, mantener una vida sexual activa en una relación a largo plazo puede ser un desafío para muchas parejas. 

De acuerdo con una encuesta realizada por Durex en la que se entrevistó a 29 mil adultos con una vida en pareja, el 54% de los participantes reportaron estar insatisfechos en el dormitorio, mientras que el 20% reconoció que ha dejado de tener relaciones sexuales por completo.

La insatisfacción sexual y la falta de sexo no necesariamente significan que existan problemas en la pareja ni que estén en riesgo de separarse. En muchos casos, aunque se lleven bien y mantengan una buena relación en términos generales, por diversas razones empiezan a dejar la sexualidad en segundo o último plano.

Cuando una persona tiene una vida sexual activa y de pronto deja de practicar el sexo, este cambio en la rutina tiene efectos físicos, mentales y emocionales. La falta de sexo te vuelve más propenso al estrés fisiológico y la ansiedad. 

También corres un mayor riesgo de contraer infecciones, debido a una menor inmunidad, y es probable que sientas menos intimidad emocional, vitalidad, excitación y conexión con tu pareja. 

Para evitar llegar a este punto, es importante mantener encendida la llama del deseo y la pasión, y no dejar que las responsabilidades, el estrés y las múltiples actividades interfieran en el espacio íntimo con la pareja. 

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Hay muchas cosas relacionadas con el trabajo, los niños y los viajes de negocios que pueden restar tiempo para la práctica del sexo, pero por el bienestar de la relación y de ambos, es necesario que se den el tiempo para disfrutar de la intimidad. 

Además, es fundamental resolver los problemas y desacuerdos cuanto antes, al hablar del tema con calma y con la apertura necesaria para escuchar el punto de vista del otro y llegar a un acuerdo.

Cuando tu pareja hace o deja de hacer algo y eso te molesta, busca la forma de decírselo con claridad y con empatía, para no herir sus sentimientos. No esperes a que se acumulen muchos pequeños detalles molestos hasta formar un enorme problema. 

Procura resolver todos los conflictos, por pequeños que sean, en el momento en que ocurren. De lo contrario, esos disgustos callados harán que poco a poco te distancies de tu pareja.

Igualmente, no siempre necesitas esperar a que sea tu pareja quien tome la iniciativa para disfrutar del sexo. Si tienes ganas de hacerlo y la otra persona no da señales de vida, sorpréndela y empieza tú con el juego para seducirle y hacerle saber lo que quieres. 

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