A pesar de las preocupaciones razonables sobre compartir una cuenta bancaria con tu pareja, un estudio reciente sugiere que la combinación de cuentas bancarias puede ser un camino a seguir. Cuando ambos están involucrados en procesos financieros, se tienen relaciones más estables y satisfactorias.

El estudio siguió a 500 familias (149 familias monoparentales y 320 familias con ambos padres) durante 4 años. El promedio de edad de los participantes fue de 40 años, con una relación de pareja de 11 años. 

Los investigadores recolectaron datos de estas familias cada año, sobre sus procesos financieros (quién ganó el dinero, quién tuvo acceso a él, quién lo administró y con qué frecuencia experimentaron conflictos financieros), además de otras preguntas sobre su relación de pareja.

Después de varios años, los datos mostraron que las parejas que manejan sus finanzas juntas reportaron relaciones más sólidas en general. Específicamente, la administración conjunta del dinero, la apertura de una cuenta bancaria entre los dos y el trabajo en conjunto para lograr menos conflictos financieros ayudaron a estas parejas a sentirse más empoderadas, lo que llevó a relaciones de mayor calidad y mayor estabilidad.

Los autores del estudio también encontraron que las percepciones de las parejas son muy importantes cuando se trata de quién tiene el poder financiero en una relación. Las percepciones de las mujeres sobre el poder financiero, específicamente, parecían determinar la calidad de una relación más que las percepciones de los hombres, de acuerdo con la autora principal del estudio, Ashley LeBaron.

Según LeBaron, sentir que se tiene el mismo poder financiero que la pareja y una comunicación sólida con la misma es la clave para sentirse estable y satisfecho en una relación: "Los procesos financieros de una pareja saludable aumentan su poder como individuo, es decir, la voz y la influencia que uno siente que tiene sobre su relación".

Los problemas financieros son uno de los principales motivos por los que las parejas se separan o por los que viven momentos muy amargos. Así que date la oportunidad de probar esta solución: siéntense tú y tu pareja a platicar sobre la administración de su dinero juntos.

La coach financiera Maureen Gilbert recomienda tener estas conversaciones sobre el dinero al principio de la relación y considerar cómo tus propios patrones económicos podrían mezclarse con los hábitos de tu pareja. También recomienda establecer límites de gasto monetario juntos (por ejemplo, cuánto está bien gastar sin pedir permiso) y establecer una lista conjunta de sus valores financieros. 

Con información de Mindbodygreen