¿Sabías que en la Ciudad de México se encuentra la azotea verde más grande de Latinoamérica? Está instalada en el edificio central del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), al sur de la ciudad, en la calle Barranca del Muerto. Cuenta con un huerto, una lombricomposta, andadores y hasta una pista semiolímpica para correr, así como baños con regaderas que emplean celdas solares.
La vegetación que conforma esta azotea verde incluye 80 especies de plantas, que provienen de tres ecosistemas distintos que hay en México: bosques altos, zona desértica y trópico; así, se pueden encontrar desde cactáceas hasta un espejo de agua con peces.
Para mantener de manera más sustentable la humedad que requieren las plantas, se construyó un cárcamo para almacenar agua y se instaló un sistema de riego con método de aspersión y goteo.
Además de ser un lugar que contribuye a la oxigenación urbana y que promueve las actividades físicas y recreativas entre los trabajadores del edificio, este espacio también ofrece visitas guiadas para estudiantes de primaria y secundaria.
Esta no es la única azotea verde en la capital del país, donde se cuenta con cerca de 30, que conforman alrededor de 35 mil metros cuadrados, superficie que equivale aproximadamente a siete campos de futbol.
La mayoría de estas azoteas verdes están colocadas en los techos de hospitales e instituciones educativas, y algunas de ellas en edificios pertenecientes a empresas privadas.
Entre los beneficios ambientales que aportan las azoteas verdes destaca la regulación de la temperatura y la humedad, la disminución de las emisiones de gases del efecto invernadero en la ciudad, la recuperación de áreas verdes y la reducción del efecto "isla de calor", que consiste en la dificultad de la disipación del calor en los edificios durante la noche, tras su acumulación a lo largo del día.
Por último, cabe mencionar que para contar con una azotea verde es necesario colocar un impermeabilizante especial que previene daños en los edificios, una malla antierosión biodegradable y una mezcla de materia orgánica que nutre y ayuda al crecimiento de las plantas.
Además, se instalan sistemas de riego que permiten retener el agua de la lluvia para que las plantas la aprovechen, y así evitar que se desperdicie en los desagües de la ciudad.
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