El cambio climático es un hecho cuyas consecuencias ya estamos padeciendo. Sin embargo, aún podemos hacer mucho para frenarlo y revertir sus efectos. Empezando en casa, con sencillos cambios de hábitos familiares, podemos lograr un futuro más favorable para el planeta y para todos quienes lo habitamos. Empieza hoy.
Estos cinco consejos te ayudarán a ayudar a frenar el cambio climático desde casa. Recuerda que las pequeñas acciones se traducen a la larga en un gran beneficio para el planeta:
1. Sé responsable con tu consumo de agua
Si cierras la llave cada vez que te enjabonas o te lavas los dientes, a la larga podrías estar ahorrando miles de litros. Si tu baño o tu cocina tienen una fuga, por más pequeña que sea, repárala lo antes posible. Además, trata de darte duchas más cortas y de reciclar el agua de tu lavadora para trapear o bajarle al excusado.
2. No uses tu auto para ir a todas partes
Podrías reducir una enorme cantidad de gases de efecto invernadero al dejar tu auto en casa una o dos veces por semana. Utiliza alternativas como el transporte público, la bicicleta o comparte el auto con algún amigo o vecino. Recuerda que cuando usas tu auto no estás atrapado en el tráfico, tú eres el tráfico.
3. Recicla y separa la basura
Puedes hacer una enorme diferencia simplemente colocando esa botella de plástico en el contenedor apropiado o imprimiendo por ambas caras de la hoja en la oficina. Cuando estés en un supermercado y debas elegir entre dos productos escoge siempre el que tenga un empaque ecológico o reciclable y trata de no utilizar bolsas de plástico.
4. Cambia tus focos normales por focos ahorradores
Los focos fluorescentes duran hasta 10 veces más y usan menos de la mitad de energía; además, la luz que proporcionan es menos dañina para la vista durante la noche. Si vas a comprar productos electrodomésticos elige aquellos que tengan el sello ENERGY STAR, un programa de protección al medio ambiente que regula la eficiencia energética de los productos.
5. Usa un detergente libre de fosfatos
Los fosfatos del detergente hacen que proliferen las algas en el agua. Cuando las algas mueren, las bacterias que las descomponen emplean una gran cantidad de oxígeno, sin el cual la vida acuática se extingue. Está probado que el fósforo en el detergente no garantiza una mayor limpieza de tu ropa; lee las etiquetas y compra la marca que no lo contenga.
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