Es una lástima saber que para algunas personas el abuso verbal es menos grave que el abuso físico. Ambas son formas de violencia y son igual de alarmantes. Queremos generar consciencia sobre esto para evitar que las prácticas abusivas se sigan perpetrando en cualquiera de sus manifestaciones. Para ello, te compartimos 10 preguntas para identificar el abuso verbal, seguidos por una reflexión sobre cómo detenerlo.
Si contestas sí a cinco o más de las siguientes preguntas, quizá te encuentras en una relación donde existe abuso verbal.
1. ¿Tu pareja o conocido ignora tus ideas o se burla de tus propósitos?
2. ¿Se queda en silencio cuando le cuentas algo?
3. ¿Se burla o te humilla frente a tus amistades o familiares?
4. ¿Te niega alguna manifestación de cariño o atención?
5. ¿Se aprovecha de tu sensibilidad cuando estás triste? ¿O te hace sentir bien para luego hacerte sentir mal?
6. ¿Te amenaza de cualquier forma?
7. ¿Te miente o manipula?
8. ¿Te interrumpe o dice constantemente que no tienes razón?
9. ¿Cuestiona en exceso tus decisiones o movimientos?
10. ¿Se queja de lo mal que lo tratas?
Contestar de manera afirmativa a estas preguntas es un asunto alarmante. Si de pronto sientes que dejas de expresar tu opinión, que tienes miedo o que te sientes inseguro con tu pareja o algún conocido, necesitas tomar medidas al respecto. Te recomendamos:
Reconocer que estás involucrado en una relación abusiva.
Identificar las situaciones de abuso, ¿cómo logran que te sientas mal?
Evitar las situaciones de abuso.
Tratar de hablar con la persona que abusa. Si pierde la calma, dejar de intentarlo y pasar al siguiente paso.
Tomar distancia de la persona que abusa.
Si es complicado distanciarse, recomendamos que la persona que abusa acuda a terapia. Puedes sugerir la idea y esperar el mejor resultado.
No te involucres en su juego. El abuso no se resuelve con más violencia.
Cuando el abusador ataque, trata de situarte en una postura superior a él. Puedes subirte en algún escalón o enderezar tu espalda. No te sientas inferior.
No le des importancia ni demuestres que te afecta.
No cuestiones por qué lo hace. Simplemente aléjate.
Rechaza su abuso. Las personas así sólo quieren provocar. Si no lo logran, se calmarán.
Pide ayuda. Es normal necesitar apoyo. Sobre todo si el abuso cruza el límite del contacto físico.
No hay nada más importante que el cuidado de nosotros mismos y nuestra seguridad como individuos. No dejes que el abuso dañe tu autoestima ni tus emociones. Si estás incómodo en alguna relación, no te quedes ahí. Lo que nos hace daño no vale la pena.