Hemos escuchado tanto acerca de la importancia de consumir probióticos que es normal sentir cierta desconfianza, sobre todo tratándose de un descubrimiento tan reciente. Existen muchas marcas que ofrecen productos con probióticos y cuando nos enfrentamos a la decisión sobré cuáles consumir es cuando surgen las dudas.

Lo primero que debes de saber es que probar la eficacia de un medicamento o de un producto es una operación científica extremadamente costosa, seria y muy bien administrada por organismos de Estado competentes. Así que una forma de saber si el producto que estás a punto de comprar de verdad funciona es verificar que los beneficios que afirma tener se apoyan en pruebas científicas y no simplemente en slogans de marketing.

Por ejemplo, para estos productos existen pruebas denominadas “de doble ciego contra placebo”, efectuadas en muestras representativas de población seleccionada. Esto suena complicado, pero no lo es tanto como parece: “Doble ciego” significa que se constituyen dos grupos de personas al azar: uno recibe el producto estudiado y el otro recibe el placebo (una copia del producto estudiado que no tiene principio activo y no provoca ningún efecto) y ni los médicos ni los participantes pueden saber quiénes han recibido el producto y quiénes el placebo.

Los resultados que se obtengan solamente pueden aplicarse a la población y al producto estudiado, y, en el caso de las bacterias, no pueden extrapolarse a otras bacterias más que aquellas que contiene el producto.

Por eso, cuando se trata de saber si un producto que contiene probióticos es realmente efectivo, lo mejor es elegir aquellos que estén respaldados por este tipo de estudios. Existen marcas que ofrecen probióticos exclusivos que han pasado por diversos estudios que sustentan su efectividad.

Fuente: La Microbiota: esas bacterias que nos benefician