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¿Qué hacer cuando el agotamiento emocional te ataca?

Abril 14, 2021

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¿Qué vas a aprender con esta nota?

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  • Qué es el agotamiento emocional, por qué surge y cómo aliviarlo

Hay veces en que, a pesar de dormir bien y de no haber realizado ningún esfuerzo físico, de pronto te sientes con cansancio, fatiga o desgano, por lo que te resulta difícil no sólo realizar tus actividades diarias, sino que incluso salir de la cama se vuelve una proeza. 

 

Además, te sientes abrumado hasta por las tareas más pequeñas y te invade una sensación de malestar general, por la cual preferirías tirarte a dormir todo el día si pudieras.

 

¿Te ha pasado algo así? Si este tipo de escenarios se han vuelto comunes en tu día a día, es posible que tengas agotamiento emocional. Existen muchas razones por las que puedes estar emocionalmente agotado, pero en el lado positivo, también hay muchas estrategias que puedes utilizar para sentirte mejor.

 

¿Por qué ocurre el agotamiento emocional?

El cansancio emocional ocurre con mayor frecuencia cuando atraviesas una etapa de estrés alto o inusual (como ha ocurrido para la mayoría a lo largo del último año).

 

Hay muchas razones por las que puedes sentirte emocionalmente agotado, y la actual pandemia ha acrecentado esas causas que se vuelven factores estresantes. De entrada, todos los cambios que se han debido aplicar en las rutinas, el cierre de lugares, el distanciamiento, el confinamiento; todo ello es una gran fuente de estrés.

 

Quienes trabajan desde casa, en muchos casos han tenido que lidiar con una carga de trabajo mayor, con la baja de energía que ocasiona el gran número de reuniones virtuales, además del estrés de tener que adaptar el espacio personal y doméstico para las actividades laborales.

 

Por otro lado están quienes perdieron su trabajo o vieron reducidos sus ingresos, lo cual también contribuye en gran medida a la fatiga emocional. Y ni qué decir de quienes han debido enfrentar la enfermedad propia y de sus familiares, la muerte de seres queridos y la ruptura de relaciones. 

 

Todo esto tiene a la mayoría de las personas en una situación de angustia y estrés constante, que muchas veces deriva en agotamiento emocional.  

 

Señales de que estás emocionalmente agotado

Ya que la fatiga emocional suele ser el resultado de un estrés implacable, es probable que las principales hormonas del estrés (adrenalina y cortisol) se aceleren la mayor parte del tiempo en tu cuerpo.

 

Si no logras relajarte y tener un descanso real de todo lo que te abruma, caerás en un ciclo de estrés constante que probablemente interferirá con tu inmunidad, sueño y metabolismo.

 

Con el agotamiento emocional, es posible que tenga síntomas físicos como:

  • Sentirte cansado todo el tiempo, sin importar si duermes bien o no haces nada agotador.
  • Dolores de cabeza frecuentes.
  • Problemas estomacales, como cólicos, diarrea, estreñimiento o indigestión.
  • Corazón acelerado.
  • Cambios notables de peso y apetito (ya sea que aumenten o disminuyan).
  • Insomnio o, del lado contrario, estar somnoliento o quedarte dormido durante el día.

 

También podrías presentar síntomas mentales y emocionales, como:

  • Sentirte abrumado, estancado, indefenso o desesperado.
  • Irritabilidad constante.
  • Disminución del sentido de alegría y placer.
  • Pesimismo.
  • Depresión y/o ansiedad.
  • Dificultad para concentrarte en el trabajo o el estudio.
  • Problemas de memoria; podrías olvidarte de cosas o sentir una especie de “niebla mental”.
  • Recurrir con mayor frecuencia a estimulantes como el alcohol, o tomar una mayor cantidad de la medicación para la ansiedad o la depresión. 
  • Recurrir a fantasías (como ganar la lotería) para escapar de la vida cotidiana.
  • Aislarte de amigos y seres queridos.

 

Estrategias para lidiar con el agotamiento emocional

Aprende a decir “no” a lo que te drena. Siempre que sea posible, limita tu exposición a las cosas que más te estresan, como las noticias, las redes sociales o las charlas con personas tóxicas y negativas.

 

Evita o minimiza el estrés. Es difícil no estresarse y no preocuparse, sobre todo en circunstancias como las actuales, pero es necesario que hagas lo que esté a tu alcance para estar más tranquilo. Dedica un momento de tu día para hacer algo que te relaje y te haga sentir bien. 

 

No dejes que el trabajo te consuma. Evita sobrecargarte de trabajo, pon límites en tus horarios para tener tiempo para ti y delega lo que no puedas hacer. Desconéctate al terminar tu jornada laboral y disfruta de tu descanso.

 

Mantén hábitos saludables. Procura comer a tus horas, llevar una dieta balanceada, mantenerte bien hidratado, hacer un poco de ejercicio todos los días y dormir lo suficiente.   

 

Evita el uso excesivo de cafeína y otros estimulantes. Especialmente si la ansiedad y el insomnio son parte de tu agotamiento emocional, evita beber café o alcohol por la tarde y la noche y si fumas, haz todo lo posible por dejar de hacerlo.

 

Regálate momentos para no hacer nada. Actualmente la productividad y el estar siempre ocupados son cosas que se valoran mucho, pero no significa que sean saludables. Procura hacer pausas constantemente, de preferencia un momento cada día, para descansar por completo y disfrutar de no hacer nada, sin culpas.

 

Practica la atención plena. La meditación es la actividad de mindfulness por excelencia, pero si sientes que ésta no es para ti, puedes hacer otras cosas que te ayuden a enfocar tu atención y todo tu ser en el momento presente, como la jardinería, hacer manualidades, tejer, pintar, colorear, dibujar, tocar un instrumento musical, escribir o simplemente sentarte unos minutos a respirar conscientemente. Incluso lavar los trastes es una actividad que te sitúa en el aquí y ahora.

 

Ve al exterior. Aunque el llamado todavía es a permanecer en casa lo más que se pueda, la realidad es que es necesario salir un poco, sentir el aire, rodearte de naturaleza y asolearse, pues además de que el contacto con la naturaleza es calmante, el Sol propicia la producción de vitamina D, la cual está relacionada con el bienestar y el buen ánimo. Así que procura darte una escapada a un parque, bosque o área verde y recuerda mantener la sana distancia, llevar gel antibacterial y usar tu cubrebocas.

 

Busca apoyo. Mantente en contacto con tus seres queridos y comparte con ellos lo que piensas y sientes, la forma en que vives y te afecta la pandemia, y claro, hablen también de todo lo positivo que ha ocurrido en sus vidas últimamente. Tejer redes de apoyo es muy importante para mantener tu energía alta y tu ánimo elevado. Y si sientes que no puedes lidiar solo con lo que sientes o si el apoyo de tus seres queridos no es suficiente, busca la ayuda de un psicólogo o terapeuta.

 

El agotamiento emocional es algo muy común hoy en día, pero afortunadamente es algo que tiene solución, y lo mejor es que la mauyor parte de esa solución está en tus manos. Reflexiona sobre cómo usas y administras tu tiempo y haz de tu salud física, mental y emocional una prioridad. Esto y las recomendaciones previas te ayudarán a dejar atrás el agotamiento emocional y recuperar tu energía.

 

Imagen de portada: Freepik


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