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3 consejos para ayudar a un ser querido con ansiedad

Julio 16, 2021

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¿Qué vas a aprender con esta nota?

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  • Formas de apoyar a un ser querido con ansiedad

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  • Cómo establecer límites saludables para ambos al brindar ayuda

A nadie le gusta ver mal a un ser querido, sea amigo, familiar o pareja. Cuando esa persona padece algún trastorno mental o emocional, como la ansiedad, es normal que quieras ayudarla, darte tu apoyo y comprensión, especialmente si ésta afecta su calidad de vida y la relación. 

 

Sin embargo, es importante tomar en cuenta que debes establecer límites saludables para ambos, no asumir la responsabilidad sobre el padecimiento de tu ser querido y ser consciente de que tu apoyo nunca podrá sustituir la guía de un profesional de la salud mental.

 

Dale espacio para expresar su experiencia

Lo más importante es saber lo que esa persona siente y necesita, así que, antes de asumir cualquier cosa y de brindar una ayuda que no te ha sido solicitada, habla con tu ser querido y pídele que te comparta su sentir y te diga de qué manera puedes apoyarle

 

Hazle saber que cuenta contigo y que buscas comprenderle, pero no le presiones para que hable; dale tiempo y espacio para que lo haga a su ritmo. Esto ayudará a validar su experiencia y preparará el escenario para una mayor comunicación y comprensión.   

 

Además, es importante que te muestres receptivo, compasivo y empático con lo que comparta contigo; que no juzgues ni minimices o anules su sentir, y que trates de ponerte en su lugar y comprender lo que vive.

 

Establece límites y no asumas el papel de terapeuta

Existe un límite entre ayudar, dar apoyo, compañía y comprensión, y asumir el papel de terapeuta de la persona que sufre de ansiedad. Debes ser consciente de que, en muchos casos, según el tipo de ansiedad y del nivel en que se encuentre, hay personas que incluso necesitan medicación y terapias específicas, por lo que deben ser atendidas por profesionales de la salud mental.

 

Para ayudar a tu ser querido, lo mejor que puedes hacer es brindarle tu apoyo al ser un buen oyente, al comprender lo que te dice y ser empático con lo que siente y experimenta debido a la ansiedad. Por ejemplo, puedes mostrarte comprensivo ante su falta de entusiasmo por los planes sociales, e invitarle mejor a psar un día tranquilo viendo películas en casa, o darle tiempo para sentirse más a gusto y cómodo al hacer cosas fuera de casa.

 

Procura establecer límites para evitar que acabes por priorizar las necesidades de la otra persona sobre las tuyas, hasta el punto en que terminas por fomentar un comportamiento que no es bueno para ninguno de los dos. Recuerda que lo que a tu ser querido le pasa no es tu culpa ni tu responsabilidad y tampoco está en tus manos solucionarlo, pues al final es un proceso personal en el que sólo puedes acompañar y apoyar.

 

Finalmente, según el nivel de confianza que exista en la relación con esa persona, también puedes hacerle ver que si su ansiedad ya llegó al grado de interferir en actividades que normalmente son parte de una vida saludable, podría ser el momento de considerar hablar con un profesional, para asegurarse de que pueda obtener el apoyo que necesita. 

 

No siempre vas a tener todas las respuestas

Si bien es genial que tengas la disposición de apoyar a esa persona, no tienes que fingir que lo sabes todo para ser un buen apoyo. Si sientes que no estás haciendo lo suficiente, vuelve un poco al punto anterior y recuerda que lo que pasa no es tu responsabilidad ni está en ti la solución a ello.

 

Si, por otro lado, es tu ser querido quien siente que no le apoyas lo suficiente, explícale que te encantaría ayudar más, pero que haces lo que está en tus manos y que quizás lo mejor sería buscar un terapeuta para que pueda obtener el apoyo profesional y capacitado que se merece y necesita; incluso puedes ofrecerte a ayudarle a buscarlo. 

 

Si bien hay muchas formas en que puedes mostrar tu apoyo ante una condición como la ansiedad, siempre ten presente que, en última instancia, se trata de un problema que debe resolver tu ser querido, pues nadie podrá sanar su mente y sus emociones en su lugar, ya que es un trabajo individual, que requiere de mucho autoconocimiento e instrospección, así como de la guía de un terapeuta, psiquiatra o psicólogo. 

 

Asumir demasiada responsabilidad por un problema que, aunque también te duela, no está en ti solucionar, puede privar a esa persona del espacio saludable que necesita para trabajar en su propio crecimiento. Por eso, siempre ten en cuenta estos consejos y los límites saludables para ti y la persona con ansiedad.

 

Foto de portada: Freepik


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