Marzo 28, 2016
El silencio está casi ausente en las ciudades donde la mayoría de la población mundial reside. El soundtrack de las urbes va desde los trinos de los pájaros en la mañana a los claxons de los autos durante el día. Los ruidos de construcciones, helicópteros, aviones y todo tipo de actividad humana se mezclan en una alfombra cacofónica. Además el avance en la tecnología acústica ha permitido que por un lado todos tengamos sistemas de reproducción musical capaces de emitir sonido a muy alto volumen y que por otro lado todos usamos perennemente audífonos para tratar de crear una burbuja mental que nos aísle del barullo exterior. Y puede ser que Aldous Huxley tuviera razón cuando dijo que: “Después del silencio aquello que se acerca más a expresar lo inexpresable es la música”, pero no deja de significar que mientras escuchamos música no estamos experimentando los beneficios del silencio.
En años recientes la Organización Mundial de la Salud (OMS) describió la contaminación sonora como una “plaga moderna” después de estudiar los efectos que el exceso de ruido tiene en la salud de las personas. Por otro lado, al parecer Lao Tzu tenía razón cuando dijo: "El silencio es una fuente de gran fortaleza". Hemos hecho una lista de 5 formas en las cuales el silencio beneficia a tu cuerpo y mente:
1. Alivia la tensión
Los sonidos fuertes activan la respuesta de la amígdala del cerebro lo cual manda una señal al cuerpo para que secrete cortisol. Una hormona que los investigadores han asociado al estrés. La exposición prolongada al ruido incrementa la presión sanguínea incrementando el riesgo de sufrir un infarto. Además la tensión afecta los patrones del sueño. Por otro lado, el silencio tiene efectos opuestos, ayudando a liberar las tensiones del cuerpo y la mente
2. Restaura tu energía.
El exceso de estímulos a los que nos exponemos actualmente ponen una carga excesiva en la corteza pre-frontal del cerebro, relacionada con los procesos de toma de decisiones y resolución de problemas. Como consecuencia nuestra capacidad de prestar atención se ve mermada. Es frecuente sentirnos totalmente drenados de energía, experimentando fatiga mental y dificultad para concentrarnos y generar nuevas ideas. Sin embargo, los recursos cognitivos del cerebro pueden restaurarse cuando disminuimos la cantidad de estímulos a la que nos exponemos. Tener periodos de silencio nos ayuda a aquietar la mente y las emociones.
3. Incrementa la creatividad.
Permanecer en silencio puede ayudar a que tu cerebro se conecte a lo que los científicos han descrito como cognición autogenerada, el cual libera a nuestra mente y la deja divagar propiciando estados de ensoñación. Lo cual es excelente para que nuestra imaginación se active y corra libre.
4. Estimula la regeneración neuronal.
Hubo un tiempo en que los científicos creían que las neuronas no se regeneraban. Sin embargo a través descubrimientos posteriores con respecto a la neuro plasticidad descubrieron que esto no era cierto. Un estudio realizado en 2013, indicó que pasar un par de horas en silencio diariamente propicia la regeneración de células en el hipocampo.
Seguramente la ciencia tendrá mucho que decirnos en los siguientes años sobre este tema. Sin embargo el arte ya ha descrito los efectos del silencio con claridad. Un ejemplo de ello es el siguiente poema de Octavio Paz:
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
Fuente: Huffington Post