Se le llama autolesión a toda conducta que tenga como finalidad causarse daño a uno mismo: golpes, quemaduras, cortadas, pellizcos, arañazos, etc. Es una conducta mucho más común de lo que nos imaginamos: cerca del 10% de la población se ha autolesionado alguna vez (según el Instituto Nacional de Psiquiatría), sobre todo durante la adolescencia y la pubertad. Las autolesiones no son una enfermedad en sí misma sino un síntoma de algún otro trastorno y, al contrario de lo que se cree, las personas que se autolesionan no necesariamente cometen o piensan en cometer suicidio. Por el contrario, el suicidio busca terminar con el dolor, mientras que las autolesiones buscan ocasionarlo, algunas veces como distracción o para crear la ilusión de que se tiene control sobre uno mismo.
Los principales motivos de las autolesiones son:
Una persona cercana a mí se autolesiona, ¿qué puedo hacer?
Si tú o una persona cercana a ti practican esta conducta es muy importante que busquen ayuda profesional. Las autolesiones siempre son un síntoma de un problema más serio; no obstante, al ser muy llamativas pueden causar vergüenza y convertirse en tabú; no permitamos que esto suceda. Los individuos que se autolesionan temen que los demás crean que están "locos" y evitan hablar de ello o pedir ayuda, por lo que terminan padeciendo en silencio. Hablar de ello y reconocer la situación es el primer paso para mejorar.
Otras cosas que pueden ayudar a dejar de sentir la necesidad de autolesionarse son:
Además, este sitio de internet también puede ofrecerte ayuda en línea.
Recuerda: una persona que se autolesiona necesita apoyo y comprensión, no juicios ni reacciones escandalosas. No está "loca", tiene un problema; las autolesiones son síntomas físicos de un padecimiento, como las ronchitas en la varicela. Actúa con comprensión y apóyala.