Los bigotes son una característica distintiva del rostro de los gatos, pero no sólo están ahí por cuestiones estéticas sino que cumplen una importante función en la vida de los felinos.
Llamados científicamente vibrisas, los bigotes son un órgano sensorial que tiene diversas funciones. Además, los gatos los poseen no sólo en las mejillas sino también en las cejas y en algunos casos en las patas.
Regularmente los bigotes miden de 8 a 12 centímetros de largo y se encuentran tres veces más profundo bajo la piel que el pelo normal del cuerpo, donde se unen con el sistema sensitivo del gato.
Por esta razón, Fausto Reyes Delgado, director médico del Hospital Veterinario UNAM Banfield, señala que cortarle al gato los bigotes por “estética” es un grave error, pues sería como mutilarlo.
Reyes Delgado explica que los bigotes de estos animales tienen tres funciones:
El especialista afirma que aunque parezca increíble, los felinos no ven tan bien como se cree, sobre todo en la oscuridad. Si bien su pupila se dilata cuando oscurece y son capaces de ver a cierta distancia, cuando se trata de objetos cercanos su visión es muy deficiente.
En este caso los bigotes juegan un papel muy importante, porque les ayuda a medir la distancia respecto a los objetos con los que pudieran chocar cuando caminan en la oscuridad.
Los bigotes son como antenas que tocan los objetos que están frente al gato, pero sólo funcionan en distancias no mayores a 30 centímetros. Además, también les ayudan a tener una idea tridimensional del objeto que se encuentra frente a ellos.
La segunda función tiene que ver con el largo de los bigotes, que normalmente llegan a lo ancho de los hombros. Si el gato se va a meter por una ranura, le ayudan a tener una idea de su ancho, para saber si puede pasar sin problemas o si corre el riesgo de quedar atorado.
Sin embargo, Reyes Delgado aclara que esta función es útil siempre y cuando el gato no esté pasado de peso, ya que si se trata de un felino gordo, sus bigotes son más pequeños que sus hombros y el animal se atora.
La tercera función de los bigotes es mostrar el estado de ánimo del felino. Si caen suavemente indican que están tranquilos, pero si están erectos o hacia atrás, significa que están enojados o irritados.
“Cortarle los bigotes a los gatos porque se ve muy bigotón o por estética es un grave error, sería como si a los humanos les quitaran las yemas de los dedos, por eso no es recomendable hacerlo”, concluye el especialista.
Con información de UNAM Global
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