Tener una piel sana y radiante no sólo es resultado de los productos que aplicas directamente sobre tu cuerpo: en la comida hay nutrientes que te ayudan a tener una piel sana y radiante. Después de todo, ¡eres lo que comes! Agregar ciertos componentes dietéticos puede ayudarte a reducir el acné, las líneas de expresión, la decoloración y la opacidad.
Asegurate de que tu cuerpo tenga los componentes nutricionales clave para ayudar a tu piel a lucir radiante y saludable. Los componentes clave son alimentos altamente alcalinos, antioxidantes, zinc, grasas saludables e hidratación. Agregarlos a tu dieta puede ayudarte a equilibrar las hormonas y los niveles de pH, con lo que puedes desarrollar elasticidad al reponer las células de la piel y al mismo tiempo promover una piel más saludable.
El trabajo principal de los antioxidantes es combatir los radicales libres, que son moléculas inestables que dañan las células, causan enfermedades y aceleran el envejecimiento. Los radicales libres provocan daños en la piel porque atacan las células sanas de todo el cuerpo. Los antioxidantes también ayudan a tu piel a retener la hidratación y elasticidad.
Alimentos ricos en antioxidantes: nuez pecana, arándano, camote, fresa, alcachofa, brócoli, col rizada, frijol, betabel, zanahoria.
Todos los productos alimenticios tienen un nivel de pH, que cae en el extremo ácido o alcalino. Los productos que son altamente ácidos, como el azúcar, los alimentos grasosos o el alcohol, hacen que el pH de tu cuerpo se desequilibre. Esto puede conducir a piel seca, irritada y sensible. Los alimentos ácidos están en todas partes y la mayoría de las personas consume una buena cantidad de ellos todos los días. Para contrarrestar eso y equilibrar el pH de tu cuerpo, agrega una buena cantidad de alimentos altamente alcalinos.
Alimentos altamente alcalinos: espinaca, espárrago, calabaza amarilla, agua de coco, vinagre de manzana, limón, lima, toronja.
El zinc es esencial para la piel al ayudar en la división de las células, que es la función responsable de crear nuevo tejido. También ayuda a regular las glándulas sebáceas hiperactivas y a disminuir los poros obstruidos que conducen a brotes no deseados.
Alimentos ricos en zinc: semillas de calabaza, pollo, pescado, carne roja magra, mariscos, garbanzos, huevos.
Las grasas no saturadas ayudan a reducir el enrojecimiento y la irritación, lo que permite que tu piel se vea hidratada y firme. Las grasas saludables ayudan a rejuvenecer las células dañadas de la piel y ayudan a la absorción de vitaminas liposolubles. Los ácidos grasos polinsaturados también protegen la piel de la exposición al sol y ayudan a reparar la piel ya dañada.
Alimentos ricos en grasas saludables: aguacate, salmón, mantequilla, nuez, chía, aceite de oliva, yogurt, mantequilla de cacahuate.
La ingesta de agua ayuda a la excreción de desechos y toxinas a través del tracto gastrointestinal, los riñones y los poros. Consumir el agua suficiente ayuda a reducir el estreñimiento en el tracto gastrointestinal, enjuaga los riñones y aumenta el contenido general de agua en todo el cuerpo.
Con la deshidratación, la excreción de desechos y toxinas disminuye a través del tracto gastrointestinal, los riñones y los poros. Esto conduce a piel irritada e inflamada, poros obstruidos y acné. La piel deshidratada a largo plazo también conduce a una disminución de la elasticidad que causa piel opaca, seca y arrugada. Bebe agua durante todo el día, pero también consume alimentos con un alto contenido de agua.
Alimentos con alto contenido de agua: sandía, apio, pepino, jitomate, naranja, coliflor, durazno, lechuga.
Con información de Lexis Clean Kitchen