El inicio de año siempre es una gran oportunidad para hacer cambios en los hábitos más comunes (comer, dormir, ejercitarse) para mejorar la salud. Y a pesar de que estos últimos meses ha sido complicado llevar una vida saludable debido a los ajustes en diversas actividades por la pandemia, nadie se quedó con las ganas de tener nuevos propósitos. 

Ya sea para tener un impacto positivo en la salud, la apariencia física o el entorno, es esencial continuar con los cambios sin importar el tiempo que tome llevarlos a cabo; sin embargo, ello no será tarea fácil. La rutina, las prisas y las cosas urgentes han hecho que poco a poco esas intenciones se diluyan con el paso del tiempo.

Olvídate de los deseos y conviértelos en objetivos. Marien Garza, miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition, explica que "un objetivo tiene las cualidades de ser medible, específico, temporal y accesible; mientras que un deseo puede ser tan irreal como nuestra imaginación y fantasía nos lo permitan".

La especialista en nutrición propone ocho objetivos que fácilmente puedes mantener a lo largo del año e incluso algunos que pueden mantenerse dentro de tu proyecto de vida:

Uno: Limpiar

Comienza por eliminar archivos, fotos, notas de voz, capturas de pantalla y contactos que ya no necesitas en tu teléfono. Sigue con depurar tus redes sociales, para seguir sólo a aquellos que van acorde a tus intereses. Continua con tu casa, armario, cocina y pronto tu mente también estará limpia de pensamientos que no te aporten nada positivo, como recomienda Marie Kondo en su libro La magia del orden.

Dos: Aprender a nutrirte

Más allá de comenzar un régimen alimenticio o dejar de comer un grupo de alimentos de la noche a la mañana, se trata de conocer qué ocurre con tu cuerpo cuando determinados nutrimentos ingresan en él. Investiga, lee, pregunta y acércate a un profesional de la salud, para que encuentres qué productos no son tan convenientes para tu consumo diario y cómo puedes personalizar tu nutrición a través de una dieta y suplementación correcta.

Tres: Dormir

El sueño es el principal aliado del cuerpo cuando se trata de regeneración celular. "Numerosos estudios confirman que dormir lo suficiente nos mantiene sanos, jóvenes, con energía y atentos. No hay fórmula mágica si queremos dormir 6 u 8 horas diarias; se trata de buscar realmente un sueño reparador", señala la nutrióloga. Intenta probar contigo mismo, revisa con cuántas horas de sueño te sientes recuperado y con ánimo al día siguiente. Recuerda dejar de ver dispositivos electrónicos antes de dormir, pues con ello sólo alteras tu sistema nervioso, lo que hace más difícil la tarea de una relajación efectiva.

Cuatro: Hacer algo con las manos

Las múltiples capacidades sensoriales de los seres humanos son de nuestras principales características: "Algunos en mayor o menor medida, pero todos somos capaces de percibir más allá del gusto, oído, vista, olfato y tacto". Marien agrega que también es posible calcular distancias, mantener el equilibrio o ser propioceptivos, es decir, "todos tenemos la habilidad de saber qué pasa con algunas partes de nuestro cuerpo sin necesidad de observarlas". Al utilizar tus manos para, por ejemplo, crear, pintar, dibujar o ensamblar, estimulas y desarrollas las áreas del cerebro encargadas de dichas capacidades.

Cinco: Ejercitarse

El movimiento es salud, hacer ejercicio es la forma más efectiva de mantener un cuerpo fuerte y resistente. Es necesario observar la cantidad y calidad del entrenamiento, no siempre más es mejor, sólo asegúrate que tu entrenamiento sea diario y diferente: "Te recomiendo que sea diario, ya que la constancia es la base del éxito, y diferente para no agotar un mismo grupo muscular". Aprovecha las herramientas digitales para mantenerte en forma y no dudes en invertir en un entrenamiento personalizado y profesional, de esta manera evitas lesiones y llegas más rápido a tu meta.

Seis: Pensar

La población adulta con problemas cognitivos ha ido incrementándose en el mundo, debido principalmente, a la poca actividad neuronal que actualmente ocurre. Cada día es más fácil y rápido procesar la información recibida. Las redes sociales, las plataformas de comunicación, las aplicaciones de entretenimiento, incluso las tareas cotidianas, como conducir o cocinar, se realizan mediante tecnologías que se vuelven cada vez más y más intuitivas.

Esto significa que el cerebro no debe esforzarse en aprender nuevos comandos, al mandar la señal de que no es necesario realizar más sinapsis (conexiones neuronales). Enfermedades como el Alzheimer, el Párkinson o la demencia senil pueden prevenirse con actividades que obligan a pensar, como leer, escribir, jugar ajedrez, resolver crucigramas, aprender un nuevo idioma o tocar algún instrumento.

Siete: Disfrutar

Ya sea por el trabajo, las ocupaciones o los compromisos, muchas personas viven de prisa. Disfrutar es darse el tiempo de apreciar aquello que te pueda brindar felicidad o tranquilidad, lo que puede ser un momento alentador que te ayude a continuar con el día de mejor humor. Bailar, escuchar una canción, observar la naturaleza, jugar con una mascota, tomar una taza de tu bebida favorita o cualquier otra actividad que te recuerde disfrutar los sencillos placeres de la vida.

Ocho: Planificar

Poder plasmar en una hoja, en un calendario, en algún archivo las tareas del día a día, puede llegar a ser liberador. Al planificar de esta manera, te concentras en realizar los pendientes y no sólo en darles vueltas. Hay muchos sistemas de organización y puedes comenzar con algo simple como anotar tus pendientes en las notas de tu teléfono, o (aprovecha el punto cuatro) usa una agenda y lápices de colores.

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