En una entrega anterior a ésta hablamos sobre los beneficios y los riesgos de practicar cinco posturas básicas en yoga (puedes encontrar el texto aquí). Queremos continuar con este tema al presentarte otras cinco posturas que también son bastante comunes durante la práctica del yoga.
Recuerda que la práctica del yoga es para todos sin importar el género, el peso ni la experiencia, pero que en todos los casos es importante tener cuidado y una atención consciente en las posturas que se realizan.
1. Postura del árbol / Vrksasana
Postura ideal para perfeccionar el equilibrio. Estira el pecho, los tobillos, las pantorrillas, los muslos y la columna. Es mejor evitar esta postura si existen problemas de presión sanguínea que puedan afectar el equilibrio. En ese caso, puede realizarse con las manos apoyadas en la pared.
2. Postura del triángulo / Trikonasana
Fortalece las piernas y estira las caderas, la columna, el pecho, los hombros y las ingles. Mejora la movilidad de la cadera y el cuello.
Es excelente postura para fortalecer el cuerpo y la condición, pero debe evitarse si duele la cabeza o hay presión baja. En esos casos es mejor hacerla con la cabeza mirando hacia abajo o hacia al frente, estirando el cuello.
3. Media torsión / Ardha Matsyendrasana
Esta postura libera la tensión en la parte media de la espalda y mejora la flexibilidad de la columna; además estira los hombros, las caderas y el pecho. Se recomienda para relajar los músculos alrededor de los hombros y la espalda baja.
Debe evitarse si hay lesiones en la espalda o si duelen las rodillas. En ese caso puede hacerse con las piernas estiradas.
4. Postura del puente / Setu Bandha Sarvangasana
Esta postura flexiona la espalda hacia atrás, por lo que estira los músculos del pecho, la espalda y el cuello. También fortalece la espalda y los tendones de la corva. Se recomienda si se pasa mucho tiempo sentado y para abrir el pecho.
Debe evitarse si se tienen lesiones en el cuello o colocar un bloque entre los muslos que ayude a mantener las piernas y los pies en la correcta alineación. También puede colocarse el bloque debajo de la pelvis si hay dolor en la espalda baja.
5. Postura del cadáver / Savasana
El final de una clase de yoga semeja el final de la existencia. Por eso se termina con la postura del cadáver: un momento para dejar que los efectos de la práctica tengan lugar en el cuerpo y la mente. El reto es permanecer sin moverse, lo que no es nada fácil (aunque puede parecer que sí).
Esta postura debe practicarse con frecuencia para entrar cada vez más pronto al estado meditativo y consciente. No tiene contradicciones, pero puede aliviarse la tensión con una cobija bajo la cabeza o bajo los muslos si se siente mejor.
La práctica del yoga mejora la circulación, la respiración, la concentración, la fuerza muscular, la densidad de los huesos y la flexibilidad, por nombrar sólo algunos beneficios. Suena increíble, ¿cierto? ¿Te animas a probarlo?
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