Dentro de la astronomía china, la eclíptica del cielo estaba dividida en cuatro secciones. A su vez, cada una de ellas contenía siete mansiones y en conjunto sumaban 28. Las mansiones son lo equivalente a los signos zodiacales del mundo occidental, aunque reflejan el movimiento de la Luna a través del mes sideral y no del Sol en 1 año. 

Esto permitió que los antiguos chinos pudieran averiguar cómo viajaban el Sol y la Luna, así como determinar las estaciones del año y el tiempo. Cada una de estas partes del cielo tiene asignada a una criatura mitológica, colectivamente conocidas como los cuatro símbolos. 

Estas criaturas son: el dragón celeste del este, el tigre blanco del oeste, la tortuga negra del norte y el ave bermellón (fénix) del sur. Además de su significado astronómico, cada uno de los cuatro símbolos está rodeado de varias asociaciones mitológicas.

Según la evidencia arqueológica, el concepto de los cuatro símbolos puede haber existido ya en el período neolítico de China (hace unos 6 mil años). Esto se basa en algunas conchas de almejas y huesos que forman las imágenes del dragón celeste y el tigre blanco que se encontraron en una tumba en Henan. Además, se afirma que uno de los objetos de la tumba del marqués Yi de Zeng (c. 433 a. C.) es un armario pintado en laca con los motivos de los cuatro símbolos y 28 mansiones.

Dragón celeste del este 

Esta es la criatura mitológica que corresponde a la primavera, es considerado como uno de los animales más nobles y es el líder de los cuatro símbolos. Aunque los dragones chinos se relacionan con el elemento agua, este es la excepción, ya que su elemento es la madera. También se tenía la creencia de que los dragones eran justos, benevolentes y de buena fortuna. 

Tigre blanco del oeste

Pertenece al oeste y corresponde al otoño. Su elemento es metal y se le consideraba como el dios de la guerra. Era visto como el protector y el defensor de enemigos mortales y también de espíritus malignos. 

Tortuga negra del norte

Al norte se encontraba esta criatura mitológica, que corresponde al invierno y cuyo elemento es el agua. Asimismo, se le asocia con la longevidad y la sabiduría. 

Ave bermellón del sur

La criatura mitológica del sur es el fénix, que corresponde a la estación del verano. Curiosamente, ha sido considerado idéntico al ave fénix, la cual se asocia tradicionalmente con el fuego, y este es también el caso del ave bermellón. Como criatura mitológica, es considerada un símbolo de la buena suerte.     

Dentro de los cuatro símbolos de la antigua China, la astronomía y la mitología coexistieron codo a codo y pueden considerarse como una fusión armoniosa de ciencia y arte. Al estudiar estas criaturas mitológicas, uno puede no sólo aprender sobre los avances científicos de los antiguos chinos, sino también sobre su sistema de creencias y la forma en que percibían y explicaban el mundo en el que vivían.

Con información de Ancient Origins