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4 cosas que no sabías sobre el karma

Marzo 04, 2019

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¿Qué vas a aprender con esta nota?

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  • En qué consiste realmente el karma

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  • Cómo puedes reducir la intensidad del karma negativo

La palabra karma es parte del habla común, pues de alguna manera este concepto se ha incorporado al imaginario del mundo occidental. 

 

Aunque la mayoría de las veces el karma se entiende como una especie de meritocracia cósmica que hace que algo bueno o malo suceda en la vida de las personas, este no es el significado real de un concepto espiritual que ha existido durante miles de años. 

 

La palabra karma, del sánscrito kri, significa acción o hecho, y en términos muy generales se refiere a la interconexión entre causa, efecto y propósito de todas tus acciones a lo largo de tu existencia, no sólo de tu vida. Significa que lo que haces tiene implicaciones y significados que ni siquiera sospechas. 

 

Desde esta perspectiva, las cosas que te suceden en la vida escapan de la valoración de "bueno" o "malo", pues cada acontecimiento está ligado a un devenir de acciones llenas de sentido, sólo que no siempre puedes percibir este sentido. Al tomar esto en cuenta, hay algunas cosas que vale la pena saber sobre el karma:

 

El karma no es un sistema de trueque 

Seguramente has escuchado a más de una persona culpar o agradecer al karma cuando algo bueno o malo pasa inesperadamente. Sin embargo, el karma no es un sistema de puntos acumulables o un dispositivo remoto de castigo. Es mucho más sutil, mucho más complejo y mucho más significativo.

 

Este concepto no sólo se aplica a los seres humanos, sino que también incluye a las plantas, los animales, los árboles y cada uno de los elementos. Así, estas fuerzas trabajan juntas para hacer posible que las flores florezcan, los pájaros canten y la vida continúe. Se trata de la interacción de los seres, de la relación de las acciones de cada uno de ellos.

 

El karma personal se puede dividir en 3 tipos 

Karma actual: es el tipo del que se habla más comúnmente. Cada vez que pones una acción en movimiento con intención, es un acto de karma que, a su vez, tiene consecuencias. Se trata de un círculo completo, en cierto sentido, ya que cada acción tiene una reacción. Este karma es como un campo en el que siembras semillas, de tu nivel de conciencia depende que ese campo se convierta en un bosque o que se quede estéril y desolado.
 
 

Karma acumulado: significa que las acciones ya existen en forma de semilla, pero aún no han germinado, por lo que todavía no son visibles; puede ser que se manifiesten después de mucho tiempo e incluso en otras vidas.

 

Tu destino: cuando el karma acumulado llega a buen término, se convierte en tu destino. Entonces, vives tu destino. De alguna manera, fue una decisión tomada con tanta antelación que no la recuerdas.

 

Estos tres tipos de karma se unen para formar tu persona, tu naturaleza y tu ser en general. El karma, además de tus intenciones, incluye también tus pensamientos, sentimientos, experiencias e inteligencia del corazón.

 

Tú has elegido tu propio karma 

Una cosa que puede ayudarte a poner en perspectiva este concepto espiritual es que tú has elegido tu propio destino. Cuando naciste, tu alma tomó un cuerpo de entre diferentes posibilidades de vidas y karmas.

 

Esencialmente, tu alma usa los aprendizajes de vidas pasadas para elegir y crear la vida que tiene actualmente. Sabe lo que puedes manejar y lo que no puedes soportar, pues conoce tu pasado, presente y futuro. Lo sabe todo. Eliges tener un cierto tipo de vida, y eso te permite avanzar gradualmente hacia el propósito superior de tu alma.

 

Cambiar tu karma es posible, pero no simple 

Si tienes mal karma con el que naciste o has acumulado a lo largo de tu vida, entonces no puedes simplemente reemplazarlo con buen karma. Ninguna cantidad de acciones "buenas" eliminará el karma negativo de tu destino.

 

¿Entonces qué puedes hacer? Puedes reducir la intensidad del karma negativo que tienes al establecer tu intención muy claramente y poner una acción en movimiento dirigida hacia el karma negativo. Aquí es donde entran en juego todas las prácticas espirituales como la meditación, así como el autoconocimiento y la empatía. Si lo haces de manera honesta, cuando ese karma negativo se haga realidad, será menos intenso.

 

En lugar de poner tu energía en deshacerte del mal karma, piensa en lo que puedes hacer para plantar semillas de karma positivo. ¿Qué acciones puedes tomar para hacer del mundo un lugar mejor, facilitar la vida de otra persona o ser una influencia positiva? A través de esas acciones, tienes la oportunidad de impactar tu destino al provocar un impacto en el de los demás, pues todo está conectado.

 

Con información de Sonima


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