Puede ser que la mayoría del tiempo estemos muy ocupados para pensarlo, o que deliberadamente evitemos el tema, pero toda vida, de alguna forma es la antesala de una inevitable muerte. Esto es a lo que Leonardo Da Vinci probablemente se refería cuando dijo:

“Mientras pensaba que estaba aprendiendo cómo vivir, estaba aprendiendo cómo morir”. 

La psicología tiene una teoría sobre el manejo del terror, que a grandes rasgos explica que frente a la idea de la muerte, las personas actúan defensivamente y se concentran en cosas que creen los protegerán de la muerte. Ya sea literal o metafóricamente, pues por un lado se puede estar buscando la propia versión de la fuente de la juventud, por otro lograr la inmortalidad a través de la trascendencia de los logros, la innovación, el poder o las relaciones personales. En todo caso nuestra visión del mundo predominantemente dualista nos lleva a pensar en la vida y la muerte como experiencias antagónicas, una positiva, otra negativa, una deseable, otra indeseable. Pero en realidad ambas son aspectos del mismo flujo y en la medida en la que hagamos las paces con la muerte podremos disfrutar aún más de la vida.  

Pero ¿cómo podemos prepararnos para la muerte? estos son 9 pasos para guiarte en este proceso. 

1. Elabora tu testamento.
Sentarnos frente a la perspectiva de nuestra mortalidad y  poner nuestros asuntos en orden no sólo puede ser de gran ayuda para ti, también lo es para tus seres queridos en caso de un evento sorpresivo.  Realizar tu testamento es una forma de decidir libremente cómo se distribuirán tus bienes, lo contrario puede resultar en una alteración debido a riñas familiares.  Si no tienes idea de cómo hacerlo puedes consultar la página que la Secretaría de Gobernación ha destinado para dicho efecto. 

2.  Designa a alguien responsable de tus asuntos en caso de incapacidad.

No se trata de desear que algo terrible pase, pero en caso de necesario, el haber seleccionado alguien de toda tu confianza para encargarte de lo que te es importante puede facilitar las cosas. Siéntante en calma y reflexiona ¿quién tendrá poder legal para decidir en caso de que tú no puedas?

3. Realiza arreglos para el servicio funerario.
Esto puede incluir desde contratar algún paquete de servicios funerarios, hasta tener la oportunidad de realizar peticiones específicas: ¿qué tipo de servicio deseas?,¿quisieras ser cremado?, ¿tienes algún tipo de petición especial?. Toma en cuenta que este tipo de servicios son importantes para tus seres queridos, pues es una oportunidad de reunirse a compartir sus sentimientos y estar acompañados de la comunidad. Estos son elementos importantes para que ellos puedan posteriormente superar su duelo.

4. Deja tus cuentas en orden.
Quizá sentarte a hacer cuentas, enfrentar tus deudas y otras cuestiones financieras no sea el evento más fácil o festivo de tu día, pero sin duda es uno de los más útiles. Este ejercicio puede traer mucha claridad sobre tus finanzas a tu vida. Asegúrate de dejar un archivo con tus documentos, pólizas de seguro y otros elementos que tus herederos pudieran requerir para reclamar los beneficios. E infórmales dónde pueden encontrarlos en caso necesario. 

5. Establece una práctica espiritual diaria.
Esta te ayudará tanto en la vida como en la muerte. Un estudio realizado en 2010 descubrió que cultivar consciencia plena o mindfulness reduce la respuesta defensiva a una amenaza existencial.  Básicamente entre más conscientes seamos de nuestra propia muerte, menos ansiedad debe provocarnos. Además la consciencia plena es una cualidad que puede ser cultivada por personas de todas las edades y condiciones, quienes recibirán sus beneficios a cada minuto. Si quieres saber más sobre la práctica de meditación de mindfulness, puedes encontrar mayores detalles aquí. 

6. Cultiva el perdón.
Llega un momento en esta vida en el que todos debemos aceptar responsabilidad por nuestras acciones. Si heriste a alguien, es un buen momento para acercarte y pedir perdón, esto puede aligerar tus cargas emocionales.  Por otro lado si alguien te ha hecho daño también es un buen momento para perdonarle, esto no significa que aceptes conductas ofensivas o incorrectas. Puede ser que la otra persona haya actuado erróneamente, pero aferrarte a tu aversión y rechazo sólo crea tensión interior que no necesitas. ¿De qué te servirán esos resentimientos cuando llegue el momento de dejar este plano de existencia?,¿harán más fácil tu partida esos rencores?. La muerte puede poner las cosas en perspectiva. 

7. Corrige el rumbo.
Si aún estás aquí, no es demasiado tarde para enmendar cosas que quizá lamentes. Si crees que debiste ser más cariñoso, expresa tu amor hoy. Si crees que pudiste ser un mejor escucha, presta tu oído hoy tan generosamente como puedas. Deja de postergarlo, permítete ser quien crees que deberías ser y vivir la vida de manera que no traigas mayor sufrimiento al mundo. 

8. Ama.
Al momento de dejar este mundo, no te llevarás tus pertenencias, tampoco tus logros, tus títulos,ni  tu popularidad. Lo que importará entonces es qué tanto has amado, qué has hecho para aliviar el sufrimiento de otros, que tanta bondad has cultivado. Si crees que te dejaste dominar por la ira u otras emociones negativas con demasiada frecuencia, cultiva amor por ti mismo hoy. Nunca es tarde para cambiar y la meditación de metta o amor incondicional puede ayudarte a desarrollar bondad y compasión para contigo mismo y otros seres. 

9. Cultiva una perspectiva espiritual. 
Frente a la muerte es útil cultivar la perspectiva de que somos seres espirituales teniendo una experiencia humana. Pensar que somos visitantes en la Tierra a quienes estar aquí les permite aprender de las limitaciones y retos de este tipo de mundo, puede ser una brújula a lo largo de nuestra vida y en el momento de nuestra partida. Después de todo nada nos enseña más de la vida, que la muerte. 

Con información de Life Hacker y Headspace.