El término mindfulness generalmente se refiere a un conjunto de técnicas relacionadas con la meditación budista, que si se ponen en práctica pueden lograr que una persona alcance la atención plena o presencia mental en la actividad que desarrolla. Al parecer, el mindfulness se ha convertido en una práctica comercial exitosa y en una especie de industria de la mente y la salud. Los instructores de la meditación son los nuevos gurús de la gerencia. Compañías como Google, General Electric, Ford Motor y American Express han estado aprovechando este conglomerado de técnicas para sacarle el mayor provecho a su staff. En la mayoría de las definiciones el mindfulness es la atención del orden que rodea al individuo, así como la percepción de los cambios y contratiempos que pueden presentarse en un contexto dado. El individuo que pone en práctica las técnicas de atención plena puede entender la realidad en tiempo real, lo cual le garantiza resolver cualquier problema que se haga patente en el instante en que sucede. Ese “darse cuenta” significa una gran ventaja para destacarse sobre los demás. Estos son algunos consejos para desarrollar mindfulness:
1. La clave del mindfulness es prestar atención y observar el mundo de una manera más condicional. Debemos comprender que nuestro punto de vista es pobre respecto de los puntos de vista alternativos, es decir de los otros, y que entonces requerimos contemplar la incertidumbre y la duda. Esto es, podemos tener razón y no tenerla, debemos estar seguros de lo que decimos pero al mismo tiempo dudar de ello.
2. La técnica más eficaz para aplicar el mindfulness en el trabajo es el distanciamiento de nuestro punto de vista. Como si aplicáramos el método científico, será necesario autosometernos a pruebas. Debemos presentarnos ante nosotros mismos como críticos de lo que pensamos.
3. Hay que tratar los problemas en la medida de sus dimensiones. Supongamos que estamos enfrentando una situación que nos causa estrés, tal vez un cambio en el trabajo, como un problema difícil o una decisión importante. El primer paso es darnos cuenta de que ya hemos hecho dos suposiciones injustificadas: que algo va a pasar y que será malo. Debemos analizar el problema desde afuera, como si no fuera de nuestra incumbencia. Así el fenómeno se tornará menos estresante.
4. Para cada problema laboral (y quizá personal) hay más de una respuesta, es decir que hay infinitas formas de confrontarlo. Tenemos que alejarnos del centro del problema, respirar, meditar. Si lo hacemos, seguramente encontraremos más de dos decisiones posibles. Eso nos dará la tranquilidad suficiente para decidirnos por la mejor opción.
La clave del mindfulness en el campo laboral es tratar de entender las dificultades que se presentan de manera integral. Si lo conseguimos, podremos desarrollar las habilidades que tenemos ante cualquier situación que ocurra y nos volveremos indispensables.
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Con información de Core Spirit