Mientras que los introvertidos centran su atención y energía hacia el mundo exterior, los introvertidos hacen lo opuesto, es decir van a su mundo interior, analizando sus procesos mentales y emocionales. Esta diferencia entre los objetos de atención entre introvertidos y extrovertidos puede hacer que estos últimos brillen en los deportes de equipo, mientras que los primeros se encuentren más cómodos en actividades físicas que no implican tantas personas, como correr o nadar. Esto es sumamente conveniente, pues la actividad física puede ayudar a los introvertidos con algunos retos derivados de su forma de relacionarse con el mundo. Ya que el ejercicio: 

1. Estabiliza tus niveles de energía

La actividad física ayuda a subir tus niveles de energía cuando te sientes cansado y por otro lado canaliza tu exceso de energía que de otra forma podría causar mayores tensiones en tu interior. Tener más energía usualmente se traduce en una mejor atención y menos ansiedad social.

2. Tiempo personal

Los introvertidos necesitan tiempo a solas para recargar su energía, pero a veces resulta un reto tener ese tiempo consigo mismos. Una forma de hacerlo es a través del ejercicio, ya que una larga caminata, carrera o paseo en bicicleta puede definitivamente ayudarte a conectar con tu mundo interior. 

3. Fortalece tu confianza en ti mismo

Los introvertidos suelen ser un poco más callados y  contenidos, de tal manera que a veces dan la impresión de tener poca confianza en si mismos. A veces para estos sensibles individuos puede resultar un poco intimidan el pasar tiempo con personas más extrovertidas, sin embargo el ejercicio ayuda porque implica un proceso de aprendizaje para desarrollar habilidades nuevas. Reconocer esta capacidad de aprender puede contribuir a fortalecer su autoestima y darles más confianza. 

4. Reduce tus niveles de estrés

Los intensos procesos interiores de los introvertidos pueden hacer que con frecuencia experimenten altos niveles de tensión mental o emocional que caracterizan el estrés. De tal manera que hacer ejercicio puede ayudar tanto de manera inmediata para liberar tensión y secretar dopamina, la hormona de la felicidad. 

5. Rompe el ciclo de tus pensamientos obsesivos

Mientras que los extrovertidos prefieren hablar de sus problemas o preocupaciones con alguien más, los introvertidos suelen ser más reservados. Pero eso no quiere decir que no les importe, sólo que prefieren analizarlo en privado. Sin embargo, esto puede llevar a un ciclo de pensamientos obsesivos capaces de desencadenar estrés, ansiedad e incluso juicios negativos par con uno mismo. De tal manera que hacer ejercicio cambia el foco de concentración del mundo mental al mundo físico, disolviendo el ciclo de obsesión. 

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Con información de Mind Body Green