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Dónde centrar la atención en cada postura de yoga para aumentar su profundidad

Febrero 16, 2017

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5 minutos de lectura

La práctica del yoga tiene múltiples posibilidades y niveles de profundidad. Una vez que se consigue una postura, se puede trabajar en detalles sobre la misma. Siempre se puede ir más lejos. Por ejemplo, levantando una pierna, modificando la posición de las manos, mirando a un cierto punto, etcétera.

 

Es importante ir con calma, pues cada persona vive su propio proceso y alcanza distintos niveles de profundidad de acuerdo con la práctica y su anatomía. Si quieres profundizar en algunas de las posturas básicas de la práctica del yoga, conoce estas formas de centrar tu atención y practicar tu intención mientras las realizas.

 

1. Postura del niño / Balasana

Es una postura de descanso que permite recuperar la concentración y la calma. Estira suavemente la espalda baja, las caderas, los muslos, las rodillas y los talones. También relaja la columna, los hombros y el cuello.

 

La intención ideal para esta postura consiste en relajar los músculos de la espalda baja y la columna con cada respiración. Prueba soltar tensiones cada vez que exhalas y buscar, con calma, recargar tu pecho cerca de tus piernas.

 

2. Perro mirando abajo / Adho Mukha Svanasana

Adho Mukha Svanasana es una postura de transición que estira los hombros, los codos y la espalda junto con los músculos isquiotibiales, las clavículas y la planta de los pies.

 

La intención debe centrarse en repartir el peso por igual entre las manos, los pies y la cadera. Al mismo tiempo, con cada respiración se recomienda distanciar el cuerpo del cuello y bajar los omóplatos.

 

3. Plancha / Catuṣpādāsana

La postura de la plancha o de los cuatro pies fortalece el pecho, los hombros, los brazos y las piernas. También fortalece el abdomen y tonifica la parte superior del cuerpo.

 

Para profundizar en esta postura, centra tu atención en la línea que recorre desde tu cabeza hasta el final de tu columna.

 

4. Tabla / Chaturanga Dandasana

En una secuencia común de saludo al Sol, la tabla sigue a la plancha. Se trata de una especie de lagartija que prepara para posturas avanzadas como equilibrios en hombros o inversiones. Fortalece los hombros, los brazos, las muñecas, los tobillos y el abdomen.

 

Al realizarla, centra tu intención en apoyarte con toda la palma de la mano y levantar los hombros a la altura de tu pecho.

 

5. Cobra / Bhujangasana

Esta postura estira la espalda y fortalece sus músculos. También mejora la flexibilidad de la columna y la apertura del pecho, el abdomen y los hombros. Para profundizar en ella, imagina que tu ombligo desciende hacia el piso mientras te estiras.

 

6. Postura del árbol / Vrksasana

Postura ideal para perfeccionar el equilibrio. Estira el pecho, los tobillos, las pantorrillas, los muslos y la columna.

 

Una intención recomendable es centrar la atención en la respiración y en un punto fijo para la mirada, pues esto fomenta el equilibrio.

 

7. Postura del triángulo / Trikonasana

Fortalece las piernas y estira las caderas, la columna, el pecho, los hombros y las ingles. Mejora la movilidad de la cadera y el cuello.

 

Centra tu atención en estirar el cuello por los dos lados (mirada hacia arriba si te sientes bien, al frente o abajo si te mareas); también puedes centrarte en estirar tu brazo hacia el techo, pues así se encuentra mejor balance.

 

8. Media torsión / Ardha Matsyendrasana

Esta postura libera la tensión en la parte media de la espalda y mejora la flexibilidad de la columna; además estira los hombros, las caderas y el pecho. Se recomienda para relajar los músculos alrededor de los hombros y la espalda baja.

 

Una forma de profundizar en esta postura es estirando el torso hacia arriba con cada inhalación y realizando una suave torsión con cada exhalación.

 

9. Postura del puente / Setu Bandha Sarvangasana

Esta postura flexiona la espalda hacia atrás, por lo que estira los músculos del pecho, la espalda y el cuello. También fortalece la espalda y los tendones de la corva. Se recomienda si se pasa mucho tiempo sentado y para abrir el pecho.

 

En esta postura centra tu atención en elevar el pecho y acercar el esternón al mentón.

 

10. Postura del cadáver / Savasana

El final de una clase de yoga semeja el final de la existencia. Por eso se termina con la postura del cadáver: un momento para dejar que los efectos de la práctica tengan lugar en el cuerpo y la mente. El reto es permanecer sin moverse, que no es nada fácil (aunque puede parecer).

 

En esta postura existen muchos puntos para centrar la atención. Por un lado, se puede sentir el peso de todo el cuerpo sobre el piso o sobre el tapete donde se realiza yoga. También se puede sentir de qué forma toca cada músculo el suelo y qué partes entran en contacto con él. Otra opción es mantener la intención de relajar partes del cuerpo en específico desde la punta de los pies hasta recorrer todo el cuerpo y llegar a la cabeza. Son muchas opciones, pero deben hacerse con calma y atención plena.  

 

Fuente

The New York Times

 

Sigue con: ¿Qué es un mudra y para qué sirve?


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