Debido a las alteraciones funcionales que produce en órganos vitales, el cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. En 2019 se detectaron 14 millones de casos, de los cuales 8.2 millones resultaron mortales, y se estima que en aproximadamente 2 décadas la incidencia será de 22 millones de casos, lo cual significaría más de 10 millones de muertes anuales.

Existen diversos factores de riesgo en el desarrollo del cáncer. Los más conocidos son: edad, etnia, sexo, genética, exposición a sustancias químicas, radiación y tabaquismo, entre otros. 

Recientemente se ha comenzado a considerar a la obesidad como un factor de riesgo, pues se correlaciona con una mayor probabilidad de desarrollar algún tipo de cáncer. 

Desafortunadamente, las causas exactas que vinculan a estos dos padecimientos de salud pública no están del todo esclarecidas, pero algunos investigadores han llegado a sugerir que entre 35% y 70% de los casos de cáncer están vinculados directamente con la alimentación y con un índice de masa corporal (IMC) elevado, lo cual es un signo de obesidad.

¿Sabías que la obesidad es una enfermedad? Actualmente, el sobrepeso y la obesidad son reconocidos como una enfermedad que se deriva de múltiples factores y que ha aumentando la incidencia de cáncer con al menos 13 tipos distintos.

Al respecto, el doctor Fernando Pérez Galaz, miembro titular del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas y Director de la Clínica Integral Balianz, comenta que hasta un 50% de los cánceres son atribuidos a la obesidad o se incrementan por este padecimiento. 

En países como el Reino Unido, se han dado más casos de cáncer por obesidad que por tabaquismo; en especial, existe una relación directa con cáncer de colon, cáncer renal, cáncer de hígado y cáncer de ovario; en opinión del especialista, esto supone un reto sanitario y  económico. 

La razón de esta influencia en el cáncer apenas se empieza a conocer a profundidad. La obesidad produce un incremento de la insulina y del IGF-1, que son factores de crecimiento para células tumorales. También promueve una situación de inflamación crónica en el organismo y un exceso de ciertas hormonas producidas en el tejido graso, como los estrógenos, que favorecen el desarrollo de cáncer de mama y endometrio. 

Además, se ha observado una relación con cáncer a edades más tempranas con la obesidad infantil y juvenil, así como la pérdida y recuperación repetidas del peso.

Para solucionar el problema en el que se ha convertido la obesidad, la prevención es fundamental. “Yo pondría en todas las escuelas la materia de nutrición y que los niños sepan qué deben comer, cómo se debe preparar y cuánto deben comer”, indica Pérez Galaz. Y añade:

Necesitamos un paciente consciente de su condición, porque el grueso de la población está entre 33 y 40 de índice de masa corporal y ellos morfológicamente son capaces de caminar, moverse y hacer su vida cotidiana, pero ya tienen prediabetes, ya tienen resistencia a la insulina, depresión, hipertensión y a los 40 años necesitan tomar 14 medicamentos.

De acuerdo con el médico, el mejor momento para acudir con un especialista es antes de permitir que 3 kilos de más se conviertan en 5, luego en 10 y terminen por ser 20 o más; es fundamental tener un automonitoreo del peso.

Y si ya existe un problema de sobrepeso u obesidad, “hay que acudir con un especialista que trata la obesidad, no que enflaque gordos, no que te den la pastillita para que en 25 días bajes, eso no existe, no hay recetas mágicas”.