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¿Cuál es el nervio de la compasión y cómo respirar para relajarlo?

Junio 05, 2017

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¿Alguna vez has escuchado mencionar el nervio vago? No es lo que te imaginas por el nombre, te lo aseguramos. Existen demasiadas cosas en nuestro cuerpo que no sabemos para qué funcionan. En este texto podrás conocer la importancia de este nervio. Y no, no es una cosa superflua. El nervio vago es un nervio neumogástrico que nace en el bulbo raquídeo y actúa sobre la faringe, el esófago, la laringe, la tráquea, los bronquios, el corazón, el estómago, el páncreas y el hígado. Además controla la capacidad de tragar, el reflejo de la náusea, la precepción de algunos sabores y parte de la cualidad del habla.

 

Junto con el encéfalo y otros nervios, dirige las funciones y actos involuntarios. A esto se le conoce como el sistema nervioso parasimpático, el cual se encarga también de la producción y el restablecimiento de la energía corporal. Esto poco que hemos dicho del nervio vago, conocido como “nervio de la compasión”, nos puede dar una idea de su importancia: estimula músculos de la cavidad vocal haciendo posible el habla, reduce la frecuencia cardíaca y se relaciona con las redes de receptores para la oxitocina, un neurotransmisor vinculado con la confianza y el vínculo maternal.

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Es transcendental, entonces, mantener el nervio vago relajado, y una de las formas de relajarlo es mediante la respiración diafragmática. La respiración diafragmática o abdominal, ocurre cuando entran en funcionamiento todos los músculos implicados en el acto de respirar. Esta respiración lleva una gran cantidad de oxígeno a los pulmones y garantiza una mejor ventilación, lo que activa el sistema nervioso parasimpático, encargado de la respuesta de relajación del organismo.   

 

Mantener el nervio vago relajado no es tan complicado, basta con que respiremos diafragmáticamente. Para ello, puedes seguir los siguientes consejos:

 

  • Inhala lentamente por la nariz hasta que no quepa más oxígeno en tus pulmones.
  • Libera el aire, lentamente, a través de tus labios, fruncidos, como si estuvieras soplando para apagar 100 velas de cumpleaños.
  • Realiza varias respiraciones por medio de este ejercicio todos los días. Puedes hacer tres ciclos, lo cual implicará ocupar menos de 1 minuto al día.
  • Cuando hagas esto, intenta crear en tu mente el mayor espacio posible. Puedes hacerlo durante la noche, si lo prefieres, después de que hayas concluido tu jornada, o en la mañana, justo para comenzar el día. Pronto te darás cuenta de que con este breve ejercicio tu organismo reacciona de una mejor forma.

 

¿Conocías la función del nervio vago? ¿Conoces alguna otra técnica de respiración diafragmática? Compártela.

 

Con información de Psychology Today

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