Cuando hablamos de "adicción" casi siempre pensamos en drogas o en sustancias ilegales, sin embargo, una adicción es una dependencia involuntaria hacia cualquier sustancia o situación que nos perjudique física, mental o emocionalmente. Bajo esta definición es más sencillo darnos cuenta de cuántas conductas adictivas en realidad tenemos y ni siquiera somos conscientes de ellas. Te mostramos las cinco más comunes:
1. Al azúcar
El azúcar está en todas partes: el pan, los dulces, el café, los refrescos, los postres, etc. Consumir azúcar en altas concentraciones no sólo es dañino para el organismo sino que puede resultar muy adictivo. Cuando suministramos azúcar, los niveles de energía del cuerpo se disparan por un momento y después sufren una recaída en la que nos sentimos tan mal que suministramos azúcar de nuevo. Ese "antojo" de "algo dulce" no es más que síndrome de abstinencia de azúcar. Así es, cuando no moderas tu consumo de azúcar, tu cuerpo reacciona exactamente igual que el de un adicto a las cocaína.
2. A la cafeína
La adicción a la cafeína no es necesariamente una adicción al café, existen muchos otros productos que contienen dósis elevadas de cafeína, como el té, los refrescos de cola o las bebidas "energizantes". La cafeína es una droga muy poderosa ya que el síndrome de abstinencia se presenta casi de inmediato, tan solo a las 24 hrs de haber dejado de consumirla. Eso explica por qué siempre se te antoja un café por las mañanas o un refresco a la misma hora de la tarde.
3. Al ejercicio
La adicción al ejercicio se llama vigorexia y consiste en sentirse deprimido o ansioso cuando no se ha hecho ejercicio durante un periodo de tiempo. Las personas vigoréxicas pasan muchas horas del día ejercitándose hasta extenuarse y en cuanto se recuperan necesitan ejercitarse de nuevo. No, no se trata de un exceso de energía, si no de una combinación muy peligrosa: la necesidad constante de endorfinas producidas por el ejercicio aunada a una obsesión con la propia imagen.
4. A las redes sociales
¿Estar un día o unas cuantas horas lejos de las redes sociales te genera angustia? ¿Necesitas estár revisando tus notificaciones todo el tiempo? ¿Pasas más tiempo viendo perfiles de personas, muchas veces que ni siquiera conoces, que conviviendo con gente real? Si has respondido "sí" a alguna de estas preguntas, tienes un severo caso de adicción a las redes sociales. No te rías, parece inofensivo pero no lo es. La adicción a las redes sociales puede desencadenar trastornos depresivos y ansiedad.
5. A las relaciones
Este tipo de adicción es más común de lo que te imaginas y se divide en dos: adicción al romance o a "sentirse enamorado" y adicción a las relaciones destructivas. La característica que tienen en común es que ambas aislan a la persona que las padece. El adicto a las relaciones deja de frecuentar a sus amigos y se aleja de su familia para concentrarse en la relación que le causa adicción. También es probable que descuide su trabajo, sus estudios e incluso su salud.
Si te identificaste con alguno de estos comportamientos adictivos has dado el primer paso para rehabilitarte. No permitas que nadie más que tú controle tu vida.