El SII (Síndrome de Intestino Irritable) no es una enfermedad sino un conjunto de trastornos intestinales que afectan el funcionamiento de este órgano, y que puede identificarse mediante diagnóstico médico.

El SII fue descrito por primera vez en 1849 por Cumming y nombrado como colitis mucosa por Hurst en 1921 . A partir de entonces, su estudio, análisis, diagnóstico y tratamiento ha tenido una rápida evolución con el progreso científico. Se le describió como un trastorno funcional con manifestaciones de dolor abdominal, cambios en el hábito intestinal, caracterizado por una defecación desordenada y alterada. Se descartó, casi de inmediato, que se tratara de un trastorno psicológico o psiquiátrico.  

El síndrome de intestino irritable es bastante común, quizá tan común que no es sencillo identificarlo, ya sea que lo ignoremos porque no es una enfermedad con síntomas particulares y pensemos que es causa de una mala alimentación o porque sencillamente no comprendemos lo que implica el trastorno. Pero cuidado, porque no es natural que padezcamos del intestino.

El SII, que también es conocido como síndrome del colón irritable, es un trastorno crónico del tracto digestivo. Sus síntomas son dolor abdominal, gases, llenura, distensión, cambio en los hábitos intestinales, que se manifiestan además mediante la diarrea o el estreñimiento, o ambos. Para que una persona sea diagnosticada con SII, se tiene que identificar que los síntomas se presentan al menos tres días al mes durante tres meses o más. Ante la presencia de este cuadro sintomático, que a veces es suficiente para su diagnóstico, habrá que acudir al médico, que podrá verificar la existencia del  trastorno mediante exámenes de sangre o de coprocultivos. Esto para descartar trastornos que pueden presentar síntomas similares como la celiaquía, cáncer de colón o colitis ulcerativa.

La presencia del síndrome puede presentarse como una afección de por vida, sus síntomas con el debido tratamiento pueden mejorar y aliviar. El SII no causa daños permanentes al intestino y tampoco lleva a enfermedades más graves, pero afecta la vida de quien lo padece, reduce sobre todo las ganas de trabajar o de salir de casa.

El SII suele presentarse en la juventud o edades avanzadas, y para ser tratado se sugiere un cambio en el estilo de vida, como mejorar los hábitos de sueño, practicar deporte; también modificar los hábitos alimenticios, suele ayudar a paliar los síntomas. Se recomienda en particular incluir alimentos frescos, ricos en fibras naturales, así como prebióticos y probióticos que ayuden a regular la microbiota, pues esta juega un papel crucial en la salud digestiva.

¿En el último mes has presentado uno o más de estos síntomas? ¿Te has preguntado si es natural que tengas problemas gastrointestinales? Un dolor de estómago recurrente puede significar algo más que solo eso.

Con información de Medline Plus