Bañarse diario no es sencillo. A veces te levantas tarde y tienes que ir al trabajo y apenas tienes tiempo de elegir tu ropa. No obstante, algunas personas sienten una necesidad tan grande por ducharse sin excepción que son capaces de levantarse dos horas antes de tiempo para arreglarse con calma. Si tú eres de esas personas, debes conocer esta información (y si no te gusta bañarte a diario, ya tienes justificación).

Algunos dermatólogos consideran que los niños menores de 11 años deben bañarse tan solo una o dos veces por semana (o cuando se ensucian más de lo normal), mientras que los adolescentes deben bañarse más seguido y los adultos pueden dejar pasar un par de días entre cada ocasión.

De hecho, la ducha diaria puede causar daños en tu salud. Nuestra piel tiene aceites naturales que protegen sus células de bacterias y virus que ocasionan irritaciones en la piel, sequedad, debilitamiento e incluso enfermedades en la piel como eczema. Bañarse todos los días elimina estos aceites naturales y deja a la piel vulnerable. Algo similar ocurre con el cabello, el cual puede resecarse como consecuencia de un exceso de shampoo o de agua caliente.

La cantidad de duchas necesarias depende del estilo de vida y tipo de piel de cada persona. Alguien sedentario puede sobrevivir con dos o tres baños a la semana, mientras que una persona activa debería hacerlo con mayor frecuencia. Lo recomendable es identificar la situación de cada quien. Evidentemente, si te sientes sucio o con mal olor, aumenta la frecuencia entre duchas; pero si no es así, considera dejar un intervalo de tiempo entre baño y baño.

Espaciar el tiempo entre baños también te ayudará a ahorrar agua y así aportarás un bien a la ecología al mismo tiempo que cuidas tu piel y cabello.

Te recomendamos: Cinco errores que estás cometiendo con tu cabello