El ajo puede tener un olor fuerte que desagrada a algunas personas. Aun así, sus beneficios son varios. Te contamos algunos:

• El ajo es un potente antibiótico natural.
• Reduce el agotamiento físico. Su consumo constante incluso previene problemas de sistema nervioso, como depresión.  
• Favorece el apetito y también ayuda a la digestión.
• Depura al cuerpo de intoxicaciones.
• Protege la vesícula.
• Ayuda a regular el colesterol.
• Evita la acidez estomacal.
• Es rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso.
• Ayuda a combatir el Alzheimer y la demencia por sus antioxidantes.
• Regula la presión sanguínea, pero en cantidades grandes (alrededor de cuatro dientes de ajo al día).
• El consumo de ajo aumenta el deseo sexual por los efectos que tiene en sobre el flujo sanguíneo.

¿Por qué crudo y en ayunas?

Cuando el ajo es cocinado pierde algunas de sus propiedades. Además, si se consume en ayunas ataca directamente a las bacterias que se encuentran expuestas.

¿Cómo comerlo?

Sabemos que el sabor del ajo crudo puede ser muy fuerte. Por eso te recomendamos que lo tragues como si fuera una pastilla. Es necesario cortarlo en pedazos pequeños y tomarlos con calma para que no te lastimes. Su ingestión constante puede irritar el estómago, por eso es mejor comer después de tomarlo.

Si decides masticarlo, puedes atenuar el olor masticando una hoja de menta o una manzana después de comer el ajo. También puedes añadir ajo crudo a tu ensalada o comerlo con perejil para disimular su sabor.

En lo personal el consumo de ajo crudo nos ha ayudado varias veces, ¿y a ti? ¡Cuéntamos en los comentarios!