En esta temporada hay sabores que caracterizan a las celebraciones, con algunos ingredientes que no aparecen en otro momento del año, como es el caso del tejocote. Se consume principalmente en ponche, en almibar o en ate, pero pocos pueden decir que son amantes de su sabor (de hecho, su nombre proviene del náhuatl texócotl, que significa fruta agria, silvestre o dura), ni mucho menos de pelear por él en las piñatas, donde también se utiliza. 

Aunque sólo se le ve en las fiestas decembrinas, el tejocote es de fácil cultivo y de gran aporte nutricional. El fruto del árbol nativo de México y Guatemala favorece la salud del cerebro y la coagulación sanguínea porque ayuda a producir hemoglobina, pues contiene hierro. El tejocote también se conoce como manzanita o manzana de la India, por su forma. 

El tejocote contiene vitamina C y calcio en altas cantidades, lo que fortalece el sistema inmunológico y la salud de los huesos, y además ayuda a disminuir los niveles de glucosa, lo que lo hace ideal para los diabéticos. 

De acuerdo con una investigación del Instituto Politecnico Nacional también se usa en el tratamiento de algunas enfermedades del corazón, pues los compuestos fenólicos del fruto benefician a este organo y al sistema circulatorio. 

Disfruta de los tejocotes y benefíciate con su aporte nutricional; además, su aroma y sabor le agregan un toque muy particular e incluso nostálgico a la temporada.