En el mundo digital existe toda clase de información y basta con una rápida busqueda en la web para obtener múltiples páginas con el contenido de tu interés. Hoy, una de las principales herramientas digitales de búsqueda son las redes sociales, que ofrecen a los usuarios información inmediata y globalizada a la velocidad de un clic.

El problema con la información expuesta en estas redes y en ciertas páginas de internet es la dificultad para discernir entre mitos y realidades, pues muchas veces se difunde información pseudocientífica sobre infinidad de temas, incluidos los pertenecientes a las ciencias de la salud.

Uno de los temas que más se aborda en las redes es lo relacionado con la alimentación, y en ello sobresale, tristemente, la búsqueda de dietas milagro; éstas ofrecen resultados instantáneos y sin fundamento científico, lo cual sólo provoca el desbalance metabólico del organismo y podría repercutir en tu salud.

Otra de las consecuencias de la propagación indiscriminada de información es la aparición de miedos infundidos entre los internautas. La carbofobia es uno de ellos, pues existe información que recomienda reducir o eliminar la ingesta de carbohidratos simples o complejos para evitar subir de peso.

"En primer lugar, están quienes promueven la necesidad de disminuir o hasta eliminar el consumo de carbohidratos, por supuestas intolerancias a nivel intestinal", explica el doctor Alberto Molás, miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition. El especialista en nutrición detalla:

Las principales patologías que se relacionan con una mala digestión de los carbohidratos son la enfermedad celíaca, mejor conocida como intolerancia al gluten, cuya fisiopatología es de origen autoinmune (ataque de células sanas por parte del sistema inmunológico), derivado de una cuestión genética (de origen hereditario), que se presenta en las primeras etapas de vida y se resume en la incapacidad para metabolizar el gluten, el cual es una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno.

En segundo lugar, explica el especialista, se encuentran las dietas para el control de peso que tienen su fundamento en la reducción y casi la eliminación de los carbohidratos de la alimentación.

"Recordemos que algunos de los puntos de la dieta correcta son que tiene de ser suficiente (en cantidad y calidad), completa (alimentos de todos los grupos) y equilibrada (adecuada distribución entre proteínas, carbohidratos y lípidos)", explica el especialista.

Por lo tanto, un plan de alimentación para reducción de peso no tendrá éxito si no cuenta con las calorías suficientes a base de cereales, lácteos, frutas y verduras, además de un promedio de entre 45% y 60% del total de calorías provenientes de los carbohidratos, según las recomendaciones de la Organización Mundial para la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

Alberto Molás destaca que la importancia de los hidratos de carbono radica en que son la principal fuente de energía del organismo: "el cerebro por sí solo consume en promedio el 25% de los carbohidratos y para nuestros músculos también son el sustrato energético predilecto, y más todavía si realizamos actividad física".

Si eliminas de tu alimentación los carbohidratos no sólo sentirás somnoliencia y cansancio; también afectará tu metabolismo (cambios químicos a nivel celular), lo cual provocará un estado de ahorro en el organismo que deriva en aumento de peso, "debido a que el tejido adiposo es la manera en que nuestro cuerpo almacena energía".

El principio de las dietas cetogénicas (altas en grasas y bajas en carbohidratos) recae en la teoría de que "una restricción de hidratos de carbono en nuestra alimentación obligaría al organismo a utilizar la reserva de grasa que almacenamos", para transformarla en glucosa (hidrato de carbono) y así satisfacer las necesidades de energía 'rápida' del cuerpo.

Pero en múltiples estudios se ha demostrado que esto no ocurre así, sino que antes de comenzar a usar las grasas de reserva del tejido adiposo como fuente de energía el cuerpo utilizará las proteínas almacenadas en el músculo, lo que causa pérdida de la masa muscular, con sus respectivas repercusiones.

El especialista recalca la importancia de acercarse a un experto antes de iniciar un plan de alimentación para que éste realice una valoración clínica y diseñe la mejor estrategia a seguir. Recuerda que no se trata de hacer una dieta o eliminar macronutrientes; el objetivo es un cambio en tu estilo de vida, para que así puedas mantener tu organismo en un óptimo estado de salud.