El ayuno intermitente se ha vuelto popular entre las personas que buscan bajar de peso, y aunque sus beneficios ya son bien conocidos, restringir la alimentación durante periodos establecidos puede hacer mucho más que sólo moldear la figura. El ayuno intermitente también puede brindar otros beneficios, que incluyen una mayor resistencia al estrés, una vida útil más larga y un menor riesgo de obesidad y cáncer, según un nuevo estudio de investigadores de la Universidad Johns Hopkins.
Al analizar varios estudios previos de personas y animales con una dieta restringida como esta, los investigadores encontraron que el ayuno intermitente puede tener un efecto poderoso en la salud general. Si bien los regímenes de ayuno individuales varían, los planes de alimentación que se estudiaron generalmente se dividieron en dos categorías: comer sólo en una ventana de 6 a 8 horas todos los días y comer muy ligero 2 días de la semana. Los científicos hallaron efectos positivos para la salud con ambos métodos.
En el estudio se muestra que el ayuno podría mejorar la salud del corazón. Mark Mattson, uno de los autores, explica el ayuno puede reducir el estrés, mejorar la regulación del azúcar en la sangre y reducir la inflamación. En otros estudios también se descubrió que el ayuno intermitente ayudó a reducir la presión arterial, los niveles de lípidos en sangre y la frecuencia cardiaca en reposo, todas mejoras clave en la salud cardiaca.
El ayuno también podría contribuir a contrarrestar la obesidad y la diabetes, e incluso hay evidencia de que podría beneficiar al cerebro. En un ensayo clínico realizado en Canadá se siguió a 220 adultos sanos con una dieta restringida en calorías durante 2 años. Al final del estudio, las pruebas cognitivas mostraron que su memoria había mejorado.
Aunque la forma en que el ayuno intermitente influye en el cuerpo aún no se comprende bien, Mattson cree que ello está relacionado con la forma en que las células crean energía. El ayuno desencadena un cambio metabólico, una adaptación celular a la escasez de alimento: cuando el cuerpo agota sus reservas de insulina de fácil acceso derivada de los alimentos, empieza a quemar grasas para obtener energía. Ese cambio en la fuente de combustible del cuerpo, entre cuyos beneficios está la pérdida de peso, también podría derivar en otros importantes beneficios para la salud.
Con información de Men's Journal
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