Para muchas personas ya van poco más de 40 días de confinamiento, mientras que otras tantas se acercan a los 2 meses desde que inició su aislamiento. Durante ese tiempo, muchas cosas han cambiado, para cada uno de forma distinta. 

Algunos perdieron su trabajo, tuvieron que cerrar sus negocios, vieron reducidos sus ingresos o han padecido altibajos emocionales que han terminado por desequilibrar su salud emocional y mental.

Al combinarse todo esto, “lo más preocupante vendrá cuando la cuarentena termine, como el estrés del desempleo, la desigualdad social y negocios que están por quebrar”, señaló Ricardo Trujillo Correa, maestro en Psicología por la UNAM.

El investigador y académico de la Facultad de Psicología explica que la salud mental está muy vinculada a la justicia social, por lo tanto, para que la población esté mentalmente sana, el nuevo coronavirus no debe considerarse un problema individual sino uno colectivo y se tienen que crear sistemas de apoyo para contener los problemas como ansiedad y estrés. 

De esta manera, de acuerdo con el especialista, el problema en sí mismo es cómo a partir de esta crisis van a estallar otro tipo de problemas de desigualdad social, de falta de trabajo y oportunidades.

Mientras que ahora muchos pueden sentirse deprimidos por el encierro, para Trujillo Correa lo más grave es que muchos más lo estarán porque al salir no tendrán trabajo o porque ya llevan semanas sin recibir un sueldo. 

“Esa es la verdadera tragedia y el verdadero reto, hay más muertos donde hay una mayor desigualdad social, afecta a los más desfavorecidos. Esto nos debe llevar a una reflexión profunda acerca de los problemas sociales del país”, externa el especialista.

Trujillo resalta que en momentos de crisis las personas aumentan su sentido de resiliencia y lo más probable es que sientan miedo, un sentimiento que deja ver que el hombre es adaptable a las circunstancias.

Además, el investigador señala que las personas que ya tienen algún trastorno mental no necesariamente empeoran. Los problemas que se avecinan estarán más del lado de lo social. 

Así, de acuerdo con Trujillo, quien sienta miedo y ansiedad no debe tomarlo en sentido negativo, pues para él estas sensaciones son una respuesta del organismo que dice: ocúpate, sé responsable, infórmate adecuadamente y toma decisiones responsables para ti y tu comunidad. 

“Hay que dejar la comunidad individualizada y abrirnos a otra para generar apoyos, soportes, construir redes y programas sociales que sirvan de soporte”, afirma el académico. 

Así que al término de la cuarentena se requerirá de mucha solidaridad y empatía de parte de todos para ayudar y apoyar a los que más lo van a necesitar, tanto económica como moral y anímicamente.

Con información de UNAM Global