Besar puede unir o separar a dos personas. También sirve para demostrar cariño, deseo o para algunos, simple diversión. Te contamos algunas razones por las que nos gusta tanto besar.
Los labios tienen más terminaciones nerviosas que otras partes del cuerpo (lo mismo que las yemas de los dedos). A través de ellos podemos percibir y transmitir cantidades importantes de información al cerebro.
También con los labios podemos notar la temperatura corporal, el tono muscular y hasta los anticuerpos del otro. Todo de manera inconsciente.
Cuando alguien besa a una persona conocida, las reacciones químicas son distintas a cuando se trata de un sujeto desconocido. Si existe experiencia previa entre las personas, entonces la mente rememora la sensación positiva o negativa que se tuvo previamente y de ello dependerá cómo se desempeñen en el presente.
Durante un beso la lengua transmite testosterona por el intercambio de saliva y se convierte así en un afrodisiaco natural.
Con un beso podemos medir las feromonas de la persona y así determinar si nos conviene para preservar la descendencia.
Al besar, el cerebro libera sustancias como el óxido nítrico, el cual ayuda a relajar los vasos sanguíneos y acelerar el flujo sanguíneo, motivo por el cual los hombres pueden tener una erección durante un beso.
Un beso quema entre dos y tres calorías por minuto.
Al besar se libera epinefrina y norepinefrina, lo cual disminuye el colesterol negativo e inhibe el estrés.
Otras sustancias que se liberan son dopamina, serotonina y oxitocina, las cuales generan bienestar desde el placer, la excitación y la confianza.
¿Y a ti, por qué te gusta besar?